Ha muerto el padre de Macua

A primera hora de la mañana nos ha dejado para siempre un vecino muy querido de Los Molinos. Se llamaba Antonio García Fernández, pero para todos era Antonio el del butano por la profesión que desempeñó a lo largo de su vida laboral. Tras luchar contra la enfermedad a los 90 años ha dejado de existir junto a sus cuatro hijos: Rafael, José, Conchi y Juan, éste último conocido en Almería como Macua. La vida de Antonio no tiene secretos para sus vecinos de un barrio tan almeriense donde la vida comparte a pocos metros. Siendo su profesión tan cercana a los vecinos, gozaba de un cariño especial entre sus gentes. Toda una vida de trabajo para que sus cuatro hijos no tuvieran faltas y hasta el último de sus días implicado en no molestar por su enfermedad y aguantar con valentía hasta que las fuerzas le fallaron. Su vida da para mucho pero siga de ejemplo lo querido que ha sido en el barrio y sus hijos han seguido el ejemplo y todos han logrado sus objetivos en la vida. Juan, Macua, nos daba la triste noticia ayer cuando los médicos anunciaban a la familia que la vida de Antonio el del butano se agotaba y sería cuestión de horas su marcha.

Rodeado de sus cuatro hijos porque Rafaela ya le esperaba en el cielo, la marcha de Antonio el del butano ha sido tan sencilla como su vida de trabajo y amor a la familia por la que tanto trabajó para que nada les faltara. Fueron muchos años repartiendo por toda la ciudad y era especialmente querido en su barrio donde los vecinos siempre compartían momentos de recuerdo para aquellos tiempos de necesidades cuando todo se compartía. Porque en Los Molinos la vida se reparte entre los vecinos como las penas y las alegrías y ha sido muy triste el despertar del domingo 24 de noviembre y conocer la triste noticia de la marcha de Antonio.

Incansable

La vida de Antonio el del butano pasó volando como tantas ya que le tocó vivir tiempos difíciles cuando llegar a fin de mes no era tarea fácil. Con Rafaela y sus cuatro hijos fueron 'tirando' y prosperando hasta conseguir sacar una familia adelante que siempre ha sido el claro objetivo de Antonio. Ella se marchó primero y se quedaba él al cuidado de una familia que hasta el último de sus días le ha acompañado en la salud y en la enfermedad. Su hija Conchi ha sido  la que más conectada ha estado a él porque ha pasado largas noches de hospital pero con una sonrisa en los labios. Los hijos varones también han estado a su lado para despedir a un padre que les marcó el camino a seguir. Hoy son padres y abuelos como Antonio que se ha marchado rodeado de una familia abundante a la que nada faltó porque para eso estaba él y sus bombonas de butano que llevaban a casa el sueldo tan necesario.

Querido

En su barrio de Los Molinos ha sido muy querido como sus hijos que pese a vivir en otros puntos de la ciudad siempre han vuelto a la casa familiar para estar al lado de Antonio. En un barrio tan familiar ha trascendido la noticia de la muerte de Antonio y se ha recibido con enorme tristeza ya que ha sido un buen vecino y un trabajador al que la vida le recompensó con cuatro hijos que ahora lloran la marcha un padre que lo daba todo por ellos. Antonio García Fernández ha pasado por la vida derramando su sencillez en la vida laboral y en las distancias cortas con sus vecinos de Los Molinos.

Está en el Tanatorio Portocarrero de Almería