Indignación de los hosteleros con las medidas del Ayuntamiento para la Magna: "Hay muchos hosteleros que se están planteando no abrir"

La clausura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular de este 8 de diciembre ha llevado al Ayuntamiento de Sevilla a elaborar un dispositivo municipal sin precedentes para preservar el orden ante el alto número de personas que se espera en la ciudad. Un plan que no ha sentado especialmente bien en el seno del gremio de los hosteleros, quienes lo han calificado de "desmesurado" en palabras del presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla y provincia, Alfonso Maceda en una nueva edición de Hoy por Hoy Sevilla.

El dispositivo obligará a más de 1.000 establecimientos a no desplegar veladores desde las doce de la mañana del 8 de diciembre hasta las dos del mediodía del 9 de diciembre. En lo que concierne a los locales enclavados en la carrera oficial, estos sólo podrían atender a los abonados de las sillas: "No hemos consensuado nada; esto se publica en el BOP (Boletín Oficial de la Provincia) el viernes por la noche y ha llegado este lunes a la asociación. Nos parece que podríamos haberlo hablado, todo ha sido en materia de seguridad, con la que sólo podemos estar de acuerdo, pero hay cosas que no nos cuadran. Parece que la hostelería es la que tiene la culpa de cualquier incidente que se pueda producir durante el acontecimiento", ha afirmado Maceda.

El presidente de los hosteleros ha continuado expresando que "no podemos hacer nuestro trabajo en estas condiciones" y ha hecho especial mención a los bares de menores dimensiones, los cuales "tienen 4 veladores que los tienen que meter dentro del local, que además tienen que contratar a una persona por si sale alguien con un vaso"; por todo ello, ha sentenciado que "creo que no les compensa abrir, entonces hay muchos hosteleros que se están planteando no abrir".

Mientras que en Semana Santa se limita el funcionamiento de los veladores al momento en que pasan las cofradías, en este caso se ha ido a más: "Prácticamente no pueden dar ni el aperitivo. Lo veo desmesurado, porque la concentración de personas se producirá en unas horas determinadas, como ocurre en Semana Santa cuando pase el cortejo que toque por la calle que toque".