Chris Ramos le señala el camino a Garitano
El gaditano sacó un penalti que él mismo convirtió en los instantes finales del partido.
La tormenta que asola desde el verano al Cádiz CF podía comenzar a cambiar de rumbo hoy. La visita del Albacete no era una jornada más. Hoy daba comienzo la era Garitano a los mandos del banquillo del cuadro gaditano. Tras ser el elegido tras el cese de Paco López, el vasco tenía encima un marrón -por no decirlo de otro modo- antológico de llevar a flote un conjunto que actualmente se encuentra en puestos de descenso a Primera Federación. El propio Garitano en rueda de prensa, dejó claro que "sabía lo que tenía que hacer" para darle orden a un equipo sin rumbo defensivo y que atesora la vitola de conjunto más goleado de toda la Segunda División.
Café para muy cafeteros fue la primera mitad. Garitano ponía sobre el césped un 4-2-3-1 donde volvía de lesión Iza Carcelén al lateral derecho y Fali acompaña a Chust en el centro de la defensa dejando a Kovacevic en el banquillo. En un doble pivote conformado por Kouamé y Fede, destacaba la posición de enganche de Álex Fernández en un lugar donde el madrileño se siente más que cómodo. Arriba, sin ser esperado, salía un Roger Martí que quedaría señalado al final de los primeros 45 minutos.
Algo más ordenado pero sin hacer daño. Así estuvieron los amarillos en la primera mitad donde las únicas ocasiones fueron de un Roger Martí que fue pitado tras no acabar un contragolpe donde encaraba, sin ningún defensor delante, la portería de Lizoain casi al final de la primera mitad. El Albacete también acecho la portería de David Gil. Quiles y Agus Medina comenzaron a hacer estragos a una defensa que tenía constantes dudas cuando ambos se intercambiaban de posición. Con un Quiles generando peligro, fue en el 19' cuando, gracias a que el esférico no llegó a la cabeza de este, Juanma Rodríguez tenía la más clara de los manchegos cuando remató por encima del larguero.
Chris Ramos señaló el camino
La segunda mitad iba a ir por el estilo. A pesar de un inicio donde los de Garitano apretaron algo más, ninguno de los dos equipos conseguían dominar el cuero y poner espectáculo sobre el verde del Nuevo Mirandilla. Fue Kouamé en el ecuador de la segunda mitad cuando tuvo un remate de cabeza que se marchó desviado. La más clara, con un Cádiz CF irreconocible con caras como Diakité o Mwepu en el césped, fue para Chris Ramos en el minuto 75. No obstante, el delantero mostraría signos de que no estaba bien cuando la vaselina se marchó por encima del larguero. Cabizbajo, no era momento de lamentaciones.
Los últimos diez minutos se convertirían en una guerra de guerrillas, a trompicones y sin buen fútbol, y donde la dureza del juego y los envites eran el único aliciente en un partido donde la pelota no quería jugar. Con el Nuevo Mirandilla pensando en que una semana más no vería una victoria del equipo, Chris Ramos quiso pedir disculpas de la mejor manera posible. Una carrera por banda derecha del gaditano, quien se llevó el esférico como si fuese la última opción del encuentro, acabaría con un penalti de juveniles cometido por Álvaro Rodríguez en el 89. Siendo el cocinero de aquella oportunidad para conseguir tres puntos, Chris Ramos cogió el esférico para dejar claro su postura y confianza ante la parroquia cadista.
Sin nervios, con parsimonia y mirando de tú a tú a Lizoain, el Niño de Cádiz la puso donde los guardametas no la pueden ni rozar para regalar la primera victoria de la era Garitano. Aferrados a unos tres puntos vitales, Mallo Fernández pitó un final que terminó con la unión del Mirandilla con un equipo que por fin, regaló una alegría tras semanas de luto.