El islam desde el prisma del sacerdote Antonio Navarro: "las religiones comparten el fin de crear una humanidad mejor, no estamos tan alejados"
Es el autor de un libro que intenta explicar la fe musulmana a una sociedad que, "por tradición cultural, no se ha molestado en conocer más allá de los prejuicios"
Córdoba
Que un cura dedique su tiempo libre a estudiar otras religiones no es algo novedoso ni extraño, asegura Antonio Navarro, pero que decida plasmarlo en una obra literaria resulta menos común. Es el cordobés que regenta la iglesia del barrio de Huerta de la Reina. Licenciado en Teología de las Religiones y doctor en Misionología, acaba de publicar Introducción al islam. Una perspectiva cristiana (BAC, 2024). Un texto en que relata los hechos históricos que dieron origen al islam y los principales rasgos de esta fe, así como una explicación de la misma desde el punto de vista de un practicante del catolicismo.
Asegura, es el libro que le hubiera gustado tener cuando no conocía nada sobre otras tradiciones religiosas. Su conocimiento le ha servido para ser el designado por la diócesis de Córdoba para liderar el diálogo con otros credos.
¿Le surgió primero la vocación por el cristianismo o por las religiones en general?
Son caminos paralelos que poco tienen que ver. Por un lado la vocación católica empecé a practicarla, meditarla y reflexionarla en la adolescencia. A partir de los 14 años fui empezando a madurar la vocación sacerdotal, como todos tenemos que madurar alguna decisión en la vida. En otro término, la investigación sobre el islam y convertirme en un estudiante de las religiones vino años después de ser sacerdote.
Fue Don Demetrio Fernández, el actual obispo, quien me planteó que quería tener algún sacerdote especializado en el estudio de otras religiones, específicamente del islam. No es casual: en Córdoba, por su legado histórico y cultural, es importante que haya alguien que conozca con objetividad esta religión, no solamente de lo que se dice o se comenta, sino que tenga estudios rigurosos.
Creo que pensó en mí porque siempre me ha encantado viajar y conocer otras culturas. Así que acepté el encargo.
¿Fue como empezar de cero? ¿O al margen de la formación que le dieran en el seminario se había interesado antes por otra confesión religiosa?
En el seminario existe una asignatura, Historia de las Religiones, en la que se aprende lo básico de las principales tradiciones religiosas del mundo. Pero, al margen de esas nociones, no tenía mayor conocimiento sobre el islam, he tenido que descubrirlo. Con lo cual he vivido lo que es no saber nada.
Eso me ha venido muy bien ahora. Porque cuando yo hablo de islam sé lo que el otro sabe, parto de que la otra persona tiene unos conocimientos muy básicos e intento hablar en el lenguaje que a mí me hubiera gustado que me hablaran hace 15 años.
Y con ese conocimiento adquirido, un sacerdote se lanza a escribir un 'manual' sobre el islam...
No diría tanto un manual, sino un acercamiento que lo explique desde el punto de vista de un católico. Cuando finalicé mis estudios sobre islam lo primero que quise fue empezar a favorecer el diálogo interreligioso, fomentar el conocimiento mutuo. Porque estamos en un mundo lleno de estereotipos, de prejuicios, de fake news; así que quise hacer una presentación lo más objetiva posible, dentro de lo que cabe.
Me he dado cuenta de que el europeo medio, tiene una base cultural cristiana. Conoce la religión desde los presupuestos cristianos. Yo quiero explicar el islam para occidentales de base cultural cristiana, sean o no practicantes o creyentes, incluso para ateos.
En el libro he intentado plasmar cómo se entiende el islam a sí mismo. Una labor que me ha tomado tres años de trabajo, porque he compaginado la redacción del libro con mis labores como profesor y como párroco.
El Corán es un libro muy práctico y La Biblia es más narrativo, ¿qué principales diferencias ha encontrado entre ambos textos?
Coincido, pero pese a ello es curioso que hay muchas más interpretaciones del Corán que de la Biblia.
La Biblia es una obra mucho más compleja, no porque sea cristiana, sino porque en realidad son más de 70 libros, de épocas muy distintas y de género literario muy variado. Tenemos libros cuyas raíces se hunden a más allá del año 1.000 a.C; y otros textos que son del año 100 d.C. Además, confluyen distintos idiomas. Así que es más difícil la interpretación porque tienes que fijarte en los objetivos específicos de cada libro, cuáles son sus protagonistas y cuál es su estilo literario. Por el contrario, el Corán es una única obra, lo cual facilita las cosas a priori.
En la Biblia se relatan hechos históricos, es como una crónica de actos relevantes para el creyente, que busca en ellos un sentido, un mensaje de Dios que confiera sentido a su vida. En el otro extremo, el Corán narra historias, la de los profetas que antecedieron a Mahoma, pero tiene un estilo más sapiencial. Es decir, busca enseñar con la predicación de esos profetas, con los hechos que les acontecen.
De esta forma, el libro sagrado de los musulmanes es más instructivo con el lector, al que invita a seguir un determinado estilo de vida inspirándose en la actitud de los profetas, mientras que en los textos católicos hay mucha más pretensión narrativa y están cargados de referencias geográficas o fechas, algo que no encontramos en el Corán.
¿Qué enseñanza se lleva un sacerdote del Corán?
¡Esto no me lo habían preguntado nunca! (risas). Hay una idea que transmite el Corán que viene a decir que nadie está más cerca de Dios sino el que se postra para adorarlo, como el que es. Es un llamamiento a la humildad como hombres y mujeres que me encanta.
También me gusta la sura 50, aleya 16, que dice que "Sabemos lo que la mente sugiere al hombre. Estamos más cerca de él que su misma vena yugular", en la que se utiliza esa primera persona del plural como la voz de Dios. Nos viene a decir que Dios está muy, muy cerca de las personas y sus problemas.
Quizá una de las frases más conocidas por todo el mundo es la que reza que "Quien salva una vida, es como si hubiera salvado a toda la humanidad y quien matara a una persona que no hubiera matado a nadie ni corrompido en la tierra, es como si hubiera matado a toda la humanidad". Me parece muy bonita.
¿Este trabajo ha cambiado la forma en que entiende su fe?
Sin duda, porque cuando te contrastas con el otro te conoces mejor a ti mismo. Cuando uno conoce más sobre otra religión, descubre lo específico de las propias creencias y de los propios dogmas.
¿Ese encargo que le hizo el obispo de Córdoba, ejemplifica también una mayor apertura de la Iglesia Católica hacia el diálogo interreligioso?
Desde luego, pero no es tan novedoso como pueda parecer. Creo que a finales del siglo XIX se empezó a gestar este cambio de óptica. Desapareció esa forma de ver al otro como alguien bélico, como a un enemigo. Terminaron las guerras entre islam y cristianismo, afortunadamente. Después ha existido colonialismo, pero no había detrás una motivación religiosa, sino intereses políticos y económicos en los que las religiones han sido utilizadas.
Eso por un lado favoreció. Y por otra parte, también ha contribuido mucho una generación de sacerdotes y teólogos que se dedicaron al estudio del islam, los llamados Orientalistas, entre los cuales había grandes figuras religiosas católicas. Aquí, por ejemplo, en España tenemos una gran figura que es Miguel Asín Palacios —autor de El Islam Cristianizado (1931)—, sacerdote que a principios del siglo XX llevó a cabo una gran investigación sobre el islam, sus fuentes, sus libros y espiritualidad.
Y el culmen llegó con el Concilio Vaticano II, en el cual la Iglesia, sin renunciar a su deseo de evangelizar, reconoce el derecho de libertad de conciencia y libertad de opción religiosa. Y se plasma el respeto a las posturas religiosas de los demás y valorando todo lo que hay en ellos de bueno y verdadero, porque que hay mucho que nos pueden aportar. Al final, todas las religiones, todas, persiguen lo mismo: trabajar por una humanidad mejor.
Si hubiese un imán escribiendo un libro sobre el cristianismo, ¿qué le diría?
De entrada, siempre me preguntan por qué hay sacerdotes que estudian el islam y no hay imanes que estudian el cristianismo. Eso es un hecho. Hay muy pocos especialistas de lado musulmán sobre el cristianismo. ¿Por qué? Porque el islam es una religión posterior, por lo que el Corán ya tiene una idea sobre el cristianismo y sobre Jesús. Ofrece una versión sobre Jesús. Con lo cual, el musulmán medio tiene la idea de que conoce el cristianismo y que conoce quién es Jesús a través del Corán. Claro que esa no es la idea que tiene el cristianismo.
Entonces el cristiano medio sabe que no sabe nada del islam, lo reconoce y puede aprender sobre él si lo desea. Pero el musulmán no siente tanto esa necesidad. Sin embargo, creo que se están dando pasos poco a poco.
Quizá lo más llamativo de explicar a un musulmán es que en el cristianismo, nuestro centro es un dios que se hace hombre. Eso, por supuesto, es una creencia que repugna al islam porque piensa que el hecho de Dios sea hombre es absurdo o indigno.
Sin embargo, para nosotros es positivo un Dios que comparte nuestra condición humana. Que sin dejar de ser Dios, sabe lo que es ser humano porque lo ha vivido en sus carnes. Sabe lo que es una traición, lo que es una enfermedad o lo que es perder a un ser querido. No solo por su infinita sabiduría, sino porque ha compartido este suelo, ha caminado sobre la tierra, ha comido y bebido o hablado con la gente para conocer lo mejor y lo peor del ser humano.
¿Facilita las cosas ser un estudioso del islam desde una ciudad como Córdoba?
Claro. El legado islámico está aquí presente a nivel arquitectónico e histórico. También mucha documentación. Aunque es cierto que muchas veces la Historia nos enseña lo malo que sucedió. Yo siempre digo que el pasado, pasado está. Así que creo que ahora, musulmanes y cristianos tenemos que mirar al futuro. Concentrarnos en qué vamos a hacer para vivir nuestra espiritualidad libremente y convivir en el mundo actual, para convertirnos en agentes de un mundo mejor.
Álvaro Guerrero Jiménez
Redactor y editor en los servicios informativos de la Cadena SER en Córdoba. Previamente ha trabajado...