¿Están seguros de que Juan Espadas es el problema?

Sevilla

El barómetro electoral publicado esta misma semana por el Centro de estudios andaluces consolida la ventaja del PP sobre el PSOE en Andalucía. En la guerra andaluza de los ‘juanes’, sigue arrasando el inquilino de San Telmo sobre el ex alcalde de Sevilla. Moreno le saca a Espadas 22 puntos que consolidarían la mayoría absoluta de los populares en el Sur y que, no hace falta ser un Nostradamus, harán que dentro de no muchos meses empiece a hablarse en Andalucía de adelanto electoral.

Las elecciones en Andalucía caen en la primavera de 2026. Si los números son los que son, el PP puede caer en la tentación de adelantar unos meses las elecciones para coger con el pie cambiado a un PSOE que no le ha podido coger el aire a la legislatura. Se trata de una cuestión de llevar la iniciativa. Y como tampoco se sabe en qué tentaciones electorales caerá Pedro Sánchez, pues no les extrañe que veamos más de una jugada llamémosle audaz, de las que rompen el paso al contrario.

El contrario, que en este caso es el PSOE andaluz, sigue entretanto de terapia de grupo y en un cuestionamiento permanente de su líder. No lo negaré. A Juan Espadas no le acompañan los números. Y no es tampoco el lápiz más divertido del estuche en esta era en que la política se ha convertido en un producto más de la sociedad del espectáculo.

Pero convendría que en el PSOE no se hiciesen más trampas en el solitario. El líder socialista de los andaluces ha hecho sus deberes, ha hecho la oposición que ha podido, percutiendo sobre los puntos débiles del Gobierno de Juanma Moreno, y ha sido leal a los suyos.

Si quieren cambiarlo, que lo hagan. Pero que no esperen milagros que no existen. El problema del PSOE andaluz no está en Juan Espadas, sino en Pedro Sánchez. Y mientras siga gobernando con sus extrañas alianzas, lo pagará en territorios como Andalucía. No hay más.