El Córdoba gana su primer partido lejos de casa tras imponerse al Oviedo en un gran encuentro (2-3)
Los blanquiverdes, que llegaban con bajas muy importantes, fueron muy superiores
Córdoba
El Córdoba hizo el mejor regalo navideño a su afición en uno de los campos más complicados de la categoría. La primera victoria de la temporada lejos de casa se hizo esperar, pero valió la pena. En la última jornada de la primera vuelta, los de Iván Ania dieron ese esperado golpe de autoridad en la mesa y demostraron que a pesar de las bajas y de las lagunas en la composición de la plantilla, hay equipo. Cogido con alfileres, pero resaltando la palabra "equipo", que es lo que ha conseguido Ania con unos jugadores que en su mayoría son debutantes en la categoría y donde ayer faltaban algunos de los más importantes como Casas, Albarrán, Lapeña o Jacobo.
En Oviedo, el Córdoba hizo su mejor partido del año fuera y consiguió un triunfo que aleja la zona de descenso y que da paso a unas vacaciones ilusionantes con las llegadas en el mercado invernal y la confianza en que este grupo sigue creciendo y mejorando a las órdenes de Ania. 27 puntos para acabar la primera vuelta, a pesar de las tremendas dificultades que ha pasado esta plantilla, son el mejor regalo navideño en clave blanquiverde.
El Córdoba mereció ganar el partido y aunque sufrió al final, nunca vio peligrar el resultado. La primera parte fue cordobesista, con los goles de Obolskii y Jose Antonio Martínez (otra vez lesionado en el minuto 30). Solo el tanto del Oviedo puso algo de emoción casi al filo del descanso, pero el resultado a esas alturas podía haber sido más amplio sin duda para los blanquiverdes, que gozaron de varias ocasiones.
En el segundo tiempo más de lo mismo. Adilson tuvo varias ocasiones (fue el mejor del equipo) hasta que llegó el tercer gol obra de Theo (con incertidumbre porque fue revisado por el VAR igual que ocurrió con el tanto de Obolskii). Fueron los mejores minutos visitantes ante un Oviedo plano y sin apenas crear peligro.
Solo cabe reseñar un error del Córdoba, cuando Pomares cogió la espalda a Sintes y la colocó por alto ante la salida de Marín. Era el 2-3 y una oleada de llegadas del Oviedo que crearon peligro, sobre todo por medio de Alemao, que se encontró con Carlos Marín. El tramo final del partido tuvo sufrimiento por la incertidumbre del marcador, con el Córdoba achicando agua, pero sin pasar peligro real.
Victoria muy importante y muy merecida para un Córdoba que llegaba con bajas importantes, pero que lo dio absolutamente todo y que supo sufrir al final para sumar tres nuevos puntos y marcharse de vacaciones en el mejor momento de la temporada.