Garitano, haga usted el favor

LA OPINIÓN DEL DÍA: Me van a perdonar que vuelva a escribir sobre Gaizka Garitano pero es que no se me va de la cabeza el comportamiento que tuvo en la sala de prensa del Mediterráneo. Tomen nota de lo que dice porque es para enmarcar y a partir de hoy seguir su carrera profesional y personal. Un entrenador que no fue capaz de ganar un solo partido con el Almería. Un técnico que se marchó del club con su hoja de servicios dañada por los marcadores no le guarda rencor ni a la entidad ni a la ciudad y desea lo mejor al Almería cuando vivió unos meses de sacrificio para luego no ser recompensado con lo que da de comer: los puntos. Se marchó ¡quemado! porque le pica como profesional no levantar a un equipo y no cumplir con las expectativas pero ha sabido pasar página y no se ha olvidado del plato que le dio de comer. Por eso hay que pedirle que haga el favor de no cambiar nunca porque se ha metido en el bolsillo a una provincia que confió en su capacidad pero las leyes del fútbol fueron implacables con él. Garitano no escupe en el plato que le dio de comer y desea lo mejor al Almería con todo lo que pasó aquí.

Pocos entrenadores que volvieron a esta tierra tras entrenar al Almería han dejado una huella tan profunda. Salió por la puerta grande del Mediterráneo, ese campo donde quiso triunfar como entrenador y el destino se la tenía guardada. Los que fueron testigos de la rueda de prensa y toda la audiencia del Carrusel Deportivo fueron testigos de u entrenador al que le privaron de una victoria sonada por un penalti de oferta y con las tripas negras supo separar la paja del trigo y dejaba claro que el Almería lo lleva dentro. Que ha pasado página: cero rencor. Haga usted el favor de no cambiar señor Garitano. No le conozco personalmente pero ya me gustaría tenerle como amigo. Seguiré su carrera desde hoy. Y la de Patxi Ferreira, claro.

Respeto

Las palabras de Gaizka Garitano por encima de todo destilan mucho respeto hacia el club para el que trabajó. Vino a 'matar' con el Cádiz al líder pero no lo pudo conseguir. No gano un solo partido en casa con aquel Almería que nada le dio en su palmarés pero nadie pudo reprocharle nada porque la plantilla que no le respondió ahora se lleva todos los elogios porque: "me alegro mucho de que vayan un paso más por encima del resto de la categoría. Les deseo lo mejor". Así de claro cuando muchos de los componentes del líder de Segunda no daban una a derechas en Primera División. Un señor de pies a cabeza pasaba por la sala de prensa del Mediterráneo y que vayan tomando nota otros que como él entrenaron al Almería y volvieron dejando eso que llamamos: 'mensajitos'. Haga usted el favor de no cambiar.

Rencor

Lo mejor de todo es que el entrenador vasco con mucha mili en Primera y un sinfín de éxitos en el mundo del fútbol ha sabido extraer la lectura positiva de su paso del Almería donde le trataron y trató a todos como personas. Tragando saliva en partidos como el de Mojuit o Bernabéu donde le quitaron sendas victorias. Como buen vasco dice lo que piensa y sus palabras en Almería destilan bondad y una total falta de rencor hacia el club que le dio de comer. Vino, trabajó y se marchó como otros pero sin rencor porque hizo bien su trabajo y el fútbol ya le pagará lo que le quitó en Almería. Deja la puerta abierta para el futuro y se alegra como un almeriense más del buen momento por el que atraviesa el equipo de Rubi.

Deseo

Lo mejor de Gaizka Garitano es el reconocimiento hacia la plantilla, su entrenador y las gentes de Almería a las que quiso dar unas alegrías que han llegado un año después. Ahora toca el Cádiz y luego vendrán otros equipos pero queda la huella de un equipo del sur de España donde trabajó y fue recompensado. Lo intentó todo y nada salía pero siempre separando la paja del trigo y consciente de que trabajó en un gran club con una afición maravillosa y en un entorno agradable por los medios de comunicación. Que vayan tomando nota otros de como él volvieron a esta ciudad y parecía que le debíamos algo cuando cobraron hasta el último euro.

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Garitano, haga usted el favor de permitirme que le llame: señor.