Carta a los Reyes Magos

Córdoba

Queridos Reyes Magos:

Os sigo fiel y no le pedí nada a Papá Noel, así que este año esmeraos un poco más.

Lo digo porque el año pasado pedí toneladas de paz y no llegó casi ninguna. No sé qué pasa en las fábricas de paz del mundo, pero no llega ni para calmar un poco la cosa. Nada llegó para Ucrania, ni para Oriente Medio, ni para Sudán. Solo un poco a última hora en Siria. Traed, por favor, de la buena, sea de la fabricación que sea, que alguna de la que llega está caducada.

Tampoco parece que funcionen los talleres de sensatez, porque el año pasado trajisteis poquísima. Tan poca que no ha dado ni siquiera para que el señor Trump no llegue otra vez a la Casa Blanca. En España dejasteis tan poca que hemos tenido una DANA con más de 200 muertos, porque unos no hicieron las obras que debían y otros no avisaron a tiempo. Traer la sensatez que haya, aunque sea un sucedáneo en forma de buenas maneras.

Y a falta de paz y sensatez, que, por lo que veo, no se fabrican, traer paciencia, mucha paciencia. Que sea de la buena y que dure, que nos va a hacer falta. Si puede ser con esperanza, mejor, que la paciencia sin esperanza es muy sosa y se agría.

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Por lo demás, para el señor Sánchez no pido nada, que está sobrado de todo y, además, su mujer ya pide por él.

Al señor Feijoó traedle algunas ideas en forma de propuestas, que el año pasado no le dejasteis casi ninguna.

A la señora Díaz dejadle un libro de economía elemental, pues, aunque dudo que lo lea, igual le da por ojearlo.

Y al señor Abascal un Belén nuevo para que vea que Jesús era un inmigrante en su tierra, los Reyes venís de Oriente y hay uno negro.

Por lo demás, lo dicho, la paz y sensatez que encontréis, cinco o seis toneladas de paciencia y todas esas cosas que os pidan la gente que ha sufrido la DANA en Valencia.

Por mi parte, ya me conformo con lo que el traigáis, incluso con una corbata, que mis nietos son suficiente regalo.

Hasta el año que viene.

Os quiere,

Gabriel.