ACAIP publica un informe sobre incautaciones de sustancias prohibidas en prisiones
El sindicato pide una nueva RPT que se adapte a las necesidades actuales
ACAIP evalúa la situación de la prisión de Botafuegos para comenzar el año
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Algeciras
La prisión algecireña de Botafuegos, en Algeciras, cerró el año 2024 con 150 intervenciones de hachís, 7 de cocaína, 3 de heroína y 77 de pastillas, a lo que hay que sumar 2 muertes por sobredosis.
La Sección Sindical de ACAIP en la prisión de Algeciras ha presentado un informe detallando las incautaciones de sustancias prohibidas entre 2009 y 2019, y según los datos recogidos, el 57% de las intervenciones se realizaron tras el regreso de internos de permisos de salida, el 35% durante las comunicaciones con familiares y un 8% mediante paquetes entregados por familiares desde el exterior.
El informe refleja casos recientes que avalan estas estadísticas. En uno de ellos, un interno falleció tras regresar de un permiso con hachís, cocaína y heroína ocultos en su cuerpo. En otro suceso, una hermana de un recluso fue detenida tras intentar introducir las mismas sustancias durante una visita, siendo detectada por la unidad canina. También se reportó el caso de una pareja que, junto a su hijo menor, intentó introducir hachís durante una visita de convivencia. José Luis Alcaraz, portavoz del sindicato de prisiones culpa de esta situación a la secretaría general de Instituciones penitenciarias.
El informe de ACAIP pone de manifiesto los riesgos asociados a los permisos y visitas, subrayando la importancia de los controles de seguridad para evitar la entrada de sustancias prohibidas al centro penitenciario.
Según Alcaraz, la asistencia sanitaria es deficiente en todos los centros penitenciarios porque falta personal, por lo que no se atienden adecuadamente a los internos, y todo debido, según explica Alcaraz, a que no se ofertan mejores condiciones en estos puestos, por lo que quedan desiertos y no se cubren los puestos estimados en la RPT.
Con respecto a la masificación de los centros, Botafuegos tiene una capacidad de 1000 internos, en la actualidad cuenta entre 1100 y 1200 presos, atendidos con un 10% menos de personal del que le corresponde, que serían 475 funcionarios.
Desde el sindicato exigen avances tecnológicos para detectar la entrada de sustancias prohibidas en la prisión (a través drones u ocultas en visitas de familiares) y piden concienciación sobre los efectos de introducir drogas en los centros penitenciarios por los efectos que causan en los presos (muerte por sobredosis) y por poner en riesgo tanto a otros internos como a funcionarios de prisiones.
Alcaraz señala que se están creando nuevos grupos y equipos de trabajo dentro de la prisión con el mismo personal, por lo que es necesario una actualización de la RPT a las necesidades de hoy en día en estos centros.