Lo que tapa Luis Suárez

Almería

LA OPINIÓN DEL DÍA: El Almería ha emprendido un viaje a ninguna parte y afloran los problemas para un entrenador de largo contrato que se ha convertido en un hombre de club y cuenta con el apoyo de su presidente. Nadie habla de un cambio porque el finiquito de Rubi ni se contempla con los tres años que ha firmado en el Mediterráneo. El que apostaba por él ya lo conocía, sobre todo el modo de gestionar un vestuario desde la mesura y el respeto. Y eso a veces se vuelve en su contra. Pregonando en las ruedas de prensa lo que en el campo no se ve, los marcadores se han puesto en su contra y con ellos salen a relucir las carencias porque últimamente todo lo fía todo a su hombre gol.

No es nuevo que los Umar Sadiq, El Bilal Touré y ahora Luis Suárez hayan tapado todos los males con sus goles. Partidos mediocres lo hicieron buenos sus delanteros y ese trabajo semanal al que alude Rubi brilla por su ausencia con ocho jornadas sin ganar. No son definidos los equipos de Rubi y se pasa media temporada probando alineaciones. Desde el banquillo hay que leer los partidos y no siempre lo ha hecho bien a lo largo de la Liga.

Los equipos de Rubi no son aguerridos. Siempre ha dicho que prefiere más goles que un 1-0. Y lo de ganar un duelo individual sale del jugador y no emana del banquillo. Ni una voz más alta que otra en el vestuario con el debido respeto a los pesos pesados. No hay autocrítica y que siga marcando goles el Pichichi para tapar las carencias. No está solo en la tarea porque cuenta con un cuerpo técnico bastante amplio.

Goleador

Desde que pisó suelo almeriense Rubi lo ha fiado todo al gol. Hubo partido malos y excelentes resultados. Malos planteamientos con victorias y sin dar con la tecla durante la semana. Por no viajar en el tiempo hay que tener claro que en la buena racha de los 14 partidos el Almería hizo encuentros malos que los ganaba el Pichichi con un gol. Mientras se sumaban puntos y se llegaba a la cima, ¿para qué hablar de juego o de sistema?. Hoy el Almería acumula ocho partidos sin patrón de juego dejando todo a la inspiración de unos futbolistas que siendo los más caros de Segunda miran al banquillo y no hay soluciones.

Equipo

Rubi ha sido la apuesta del Almería para los próximos tres años. Solo dijo El Assy que los hizo campeones y los subió a Primera para luego mantenerlos. Las carencias del modelo Rubi las conocíamos todos y que el equipo suele caerse en un tramo de la temporada no es nuevo. Hasta él lo ha reconocido en su etapa en Hueca. Para mayor información hay que tener claro que el Almería de Rubi nunca ha tenido un patrón definido porque va cambiando como el tiempo y experimentando mientras los rivales siempre saben a lo que salen al campo y juegue Pepe o salga Juan es más de lo mismo. Vale que hay lesiones o sanciones, pero con esta plantilla hay que exigir más.

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Mando

Y para terminar con el modelo del catalán hay que destacar su carácter educado y correcto dentro y fuera del vestuario. Ni una palabra más alta que otra hablando lo justo para no molestar ni al club ni a sus futbolistas. Prefiere callarse o morderse la lengua. Le han dado mucho poder y mando, y saber gestionarlo será la clave del éxito o del fracaso. Los tres años de contrato pueden saltar por los aires como no enderece el rumbo. Esto es fútbol. El fútbol son resultados y no le dan la razón. Si falla el Pichichi ya no hay triunfo y se lo debe mirar un entrenador con poder y respaldado por el club.