El Cádiz se empeña en no soñar

Mal partido del Cádiz en línea general. Encuentro marcado por el planteamiento conservador del principio del partido, la falta de intensidad y de juego en los primeros cuarenta y cinco minutos y por un fallo defensivo en cadena que costó el segundo gol del Tenerife. ¿Pudo el Cádiz conseguir algo más en Tenerife?, sí. ¿Es justa la derrota del equipo en tierras canarias? No del todo.

El Cádiz desaprovechó los pinchazos de los equipos que están en puestos de play off. Una victoria de los amarillos los habría dejado a cuatro puntos de esos puestos que te permiten soñar. La presa no era fácil, nada fácil, pero los jugadores cadistas se empeñaron en complicarla un poco más. Una muy mala primera parte dejaba a los amarillos un gol abajo en el marcador. El descanso llegaba con una momentanea derrota y unas sensaciones horribles.

Garitano movía ficha, quitaba el doble lateral con el que salía al partido en banda izquierda y con la salida de Matos del campo y de Sobrino daba aire y fútbol al equipo metiendo a Melendo y Carlos Fernández. Los cadistas cogían el protagonismo del duelo y empezaban a jugar en el campo del contrario, empataron el partido gracias a un gol de penalti de Álex Fernández, pero un regalo defensivo del equipo terminaba con la derrota del Cádiz.

En definitiva, una muy mala primera parte del Cádiz que se marchaba perdiendo de manera justa y una reacción insuficiente que además fue empañada por un fallo defensivo. Al Cádiz le faltó ser solvente y competir todo el partido. Al final derrota, no del todo injusta, que impide al Cádiz soñar. Otra oportunidad perdida para engancharse a los puestos altos. Otra oportunidad perdida.