Ser madre tras un ictus: la impresionante historia de Bianca Domínguez

Cádiz

Luchadora innata y ejemplo de superación. Bianca Domínguez es una de esas mujeres valientes que sonríe a la vida aunque esta no se lo ponga nada fácil. Con 29 años sufrió un ictus que le dejó con una discapacidad física, una hemiplegia que le hizo perder la sensibilidad y el movimiento en el lado izquierdo de su cuerpo. Acababa prácticamente de casarse y de empezar a trabajar en un colegio como psicóloga, estudiaba inglés y bailaba flamenco. “La vida se para y me caigo en un pozo”. Esa fue la sensación de esta portuense de 41 años que llegó a estar varios días en la UCI esperando a ver si sus órganos sobrevivían.

“Recuerdo que los dos primeros años me preguntaba todo el tiempo ¿por qué a mí? Si mi vocación es ayudar a los demás”, expresa Bianca. Con esfuerzo, se fue adaptando a su nueva realidad. Ella tenía muy claro que iba a hacer todo lo que estuviese en su mano para no quedarse postrada en una silla de ruedas. “Cuando me dieron el alta no podía caminar”, dice la portuense, que tuvo que costearse su rehabilitación con sus ahorros.

Cuando se encontró con fuerzas, manifestó que quería ser madre. “Cuando tienes una discapacidad, el carne de madre te lo quitan. Para todo el mundo fue una locura”, comenta. Pero, para ella, la maternidad ha sido un motor que le ha empujado a seguir mejorando su movilidad y, en ningún momento, frenó su rehabilitación.

Con sus dos hijos y su marido ha salido adelante con optimismo. “Él nunca ha tenido una mirada capacitista. Siempre ha estado a mi lado y me ha preguntado qué quería hacer. Ha seguido dándome mi lugar”, dice.

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Otro pilar fundamental fue la Red de Mujeres con Discapacidad de la Provincia de Cádiz (Redmudis), donde trabaja como voluntaria para tender su mano a otras mujeres que han vivido circunstancias similares. Desde la asociación, organizan actividades que fomentan el empoderamiento de estas mujeres y les recuerda que “ellas tienen que ser lo primero”. Como explica, este red hace hincapié en la importancia de la salud emocional, cuidarse a ellas mismas y las unas a las otras.

Además, Bianca ha trabajado con mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género y se encuentra preparando un proyecto de Federación de Asociaciones de Mujeres con Discapacidad en Andalucía (Famdisa), para formar a profesionales en la detección y protocolos de denuncia de este tipo.

“No me imaginaba tener una vida tan autónoma como la que tengo ahora”, reflexiona esta mujer con una historia inspiradora. De las que remueven.