Sociedad

El pregón de Eduardo Muñoz: un emotivo homenaje a la Semana Santa de Andújar, entre recuerdos y devoción

En su alocución, Muñoz reflexionó sobre el profundo significado espiritual de la Semana de Pasión

El Teatro Principal de Andújar ha acogido el pregón de Semana Santa 2025. El pregón comenzaba con un emotivo homenaje a los seres queridos que ya no están, en especial a su familia, que le inculcó el amor por la Semana Santa y la devoción a las imágenes de la ciudad. Desde el primer momento, Muñoz impregnó sus palabras de gratitud y emoción, agradeciendo a la Agrupación de Cofradías la oportunidad de ser la voz que anuncia la llegada de la Semana Grande.

El pregonero evocó su infancia en Andújar, sus primeros encuentros con las cofradías, los ensayos de costaleros que marcan el preludio de la Semana Santa y las vivencias que, con el paso de los años, fueron construyendo en él una devoción inquebrantable. Sus recuerdos no solo abarcan su ciudad natal, sino también Sevilla, cuya Semana Santa ha influido en su formación cofrade y en su manera de sentir la Pasión de Cristo.

Uno de los aspectos más bellos del pregón fue la forma en la que Eduardo Muñoz describe cómo Andújar cambia con la llegada de la Semana Santa. Sus calles, normalmente llenas de la cotidianidad del día a día, se convierten en un escenario sagrado donde la fe se vive con intensidad. “Las fachadas blancas de las casas parecen iluminarse con la luz de los cirios, las puertas de los templos se abren para dejar salir a sus imágenes, y el aroma a incienso envuelve cada rincón”.

El pregón no solo fue una exaltación de la Semana Santa en su conjunto, sino también un homenaje a las imágenes que son el alma de estas celebraciones. Muñoz se detuvo en cada una de ellas, describiéndolas con fervor y resaltando su importancia espiritual. Jesús Nazareno, el Señor Cautivo, la Virgen de las Angustias y tantas otras tallas recibieron un reconocimiento especial en sus palabras. Con un lenguaje lleno de admiración, el pregonero narró cómo estas imágenes han sido faro y guía para generaciones de andujareños, siendo refugio en los momentos de dificultad y símbolo de esperanza.

Asimismo, Eduardo no se quiso olvidar de la labor de las cofradías, destacando el trabajo incansable de los hermanos que, año tras año, hacen posible que la Semana Santa luzca en todo su esplendor. Desde la organización de los cortejos hasta el cuidado del patrimonio artístico y religioso, las hermandades son el pilar sobre el que se sostiene esta tradición centenaria.

Muñoz enfatizó el compromiso de los cofrades, quienes no solo participan en las procesiones, sino que dedican su vida a transmitir la fe y a mantener viva la esencia de la Semana Santa.

Asimismo, en este pregón, la poesía envolvía cada detalle: "12 varales de plata, 12 rosarios que se intercalan entre rojas bambalinas, cera de abeja de Casa Bellido que llora de pena ilumina la cara de esa virgen niña que naciera en Sevilla y que fuera bautizada como Rosario en la parroquia de Santa María..."

Además, en este pregón se ha contado con una Intérprete de Lengua de Signos, permitiendo así que las personas con discapacidad auditiva pudieran disfrutar de este acto.