Semana Santa
La firma de Mercedes Prieto en Hoy por Hoy Jerez
Jerez de la Frontera
Semana Santa
Ya huele a Semana Santa. Después de las lluvias, que mira que ha caído agua, ya huele a primavera, que es sinónimo de Semana Santa. Vas por la calle y huele a azahar y a incienso. Muchos comercios de Jerez queman incienso y cuando pasas por la puerta huele a Semana Santa.
En las casas huele a torrijas y arroz con leche con su canela. Cada época del año tiene sus olores característicos que nos trasladan a la infancia. Lo malo es que en esta sociedad consumista en la que nos hemos instalado nos lleva acelerados. Acelerados porque no hemos terminado con los polvorones, que ponen a la venta cada año antes, en agosto ya están los lineales de los supermercados llenos, con todo el calor, y no termina de llegar febrero y en las confiterías y cafeterías ya hay torrijas.
Torrijas de todas las formas, colores y sabores, menos de torrijas de toda la vida. Torrijas de lotus, de naranja, de chocolate blanco, una locura, con tanta innovación se está perdiendo lo nuestro, lo de toda la vida.
En Semana Santa llegan también los primeros resfriados gordos, esos que duran más de una semana y que se confunden con alergia.
Y con tantas distracciones perdemos el verdadero sentido de la Semana Santa, que no es otro que revivir la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Es tiempo de oración y reflexión para los cristianos. No es tiempo de pensar donde nos vamos a ir de vacaciones o que modelito nos vamos a poner para salir a ver las procesiones.
Junto con la Navidad, la Semana Santa es una de las conmemoraciones religiosa más importante en el calendario para los cristianos, nacimiento, muerte y resurrección de Cristo, y esto no lo podemos perder de vista y debemos centrarnos en ello y no en todo lo superfluo que lo rodea.
