"Si pago el alquiler no me queda para comer": Málaga clama para que la vivienda no sea un negocio
Miles de personas han recorrido la ciudad para reivindicar el derecho a la vivienda

Nieves Egea
Málaga
Tercera manifestación en Málaga en nueve meses para revindicar el derecho a la vivienda. La ciudad es una de las 40 del conjunto del país en la que miles de personas han salido a la calle para exigir que la vivienda no sea un negocio. La marcha ha partido de la plaza de la Merced en dirección a Huelin, uno de los barrios que se ha convertido en símbolo de la proliferación de viviendas turísticas en la ciudad. La participación en la movilización ha suscitado la habitual discordancia de cifras: cerca de 30.000 personas, según los organizadores, y 5.000, según la policía nacional.
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Entre los lemas de la manifestación, "si pago el alquiler no me queda para comer", "la casa es para vivir, no para invertir", "un techo por derecho" o "turismo masivo, barrios sin vecinos". Entre los asistentes, perfiles de todas las edades: jóvenes que no pueden emanciparse, familias que temen que les suban el alquiler o padres y madres que lamentan la situación de sus hijos, entre otros. Han clamado a las administraciones que tomen medidas para frenar la situación y evitar que los altos precios de los pisos sigan haciendo inaccesible la vivienda, con críticas que se repiten al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre: ¿Dónde está Paquito, Paquito dónde está? Paquito está vendiendo lo que queda de ciudad", pero también al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, y al Gobierno del PSOE por la ley de vivienda. Y también críticas a los "rentistas" y al turismo masivo en los barrios.
El punto final de la manifestación ha sido el parque de Huelin, donde se ha llevado a cabo un picnic reivindicativo, tras la lectura del manifiesto contra el negocio y la especulación con la vivienda.
Las anteriores movilizaciones por la vivienda, en junio y noviembre pasados, registraron 15.000 y 10.000 participantes; han sido las más multitudinarias de los últimos años en la ciudad de Málaga, a la que se suma esta tercera protesta en una ciudad en la que el precio de la vivienda sigue en su máximo histórico tras años de subida encadenadas, con un incremento del 20 por ciento en los últimos doce meses y que deja el metro cuadrado entre los 3.300 y los 3.900 euros, según datos de portales inmobiliarios como Idealista o Fotocasa. De hecho, Málaga es la capital con más tensión en los precios del mercado inmobiliario de toda Andalucía y también está entre los primeros puestos del país. A esto se suman las 12.629 viviendas turísticas que registra la ciudad, con un crecimiento de casi un 10 por ciento en el último ejercicio.
Un "modelo depredador" propio de una ciudad "inhabitable"
La plataforma "Málaga para vivir", impulsora de la manifestación, ha incidido en su manifiesto en que siguen "construyendo esta fuerza colectiva" en la ciudad para acabar "con el negocio de la vivienda, la precariedad laboral y la destrucción del territorio". "Quienes sufrimos este modelo depredador de ciudad sabemos que la situación es cada vez más desesperante. La vivienda es inaccesible. Los alquileres aumentan sin freno y los salarios cada vez alcanzan menos. Condenadas a vivir pluriempleadas o bajo condiciones de miseria, vemos como nos desahucian y nos expulsan de nuestros barrios" añade el comunicado, que indica que a esta situación se ha llegado "por la avaricia y acumulación de unos pocos: rentistas y fondos buitres que especulan con nuestras casas para convertirlas en mercancía; empresarios que se enriquecen a costa de explotar a sus trabajadoras; o instituciones que venden la ciudad al mejor postor y que abonan el terreno para un monocultivo turístico que desplaza, precariza y exprime nuestras vidas. Para todos ellos Málaga no es una ciudad para vivir, sino un tablero de juego de donde extraer el máximo lucro posible. La especulación con la vivienda hace tiempo que traspasó el centro y los alrededores, zonas donde 8 de cada 10 viviendas son turísticas. La especulación se expande sin límites arrasando nuestros barrios y nuestra provincia: Lagunillas, Trinidad y Perchel, Huelin, La Luz, Pedregalejo, el Palo, Alhaurín, Fuengirola, Estepona o Torremolinos. Quienes sufrimos este modelo depredador sabemos que así la ciudad es inhabitable".
El manifiesto indica además que todas las ciudades que se manifiestan tienen un mismo propósito: "alzar nuestra voz juntas, para luchar juntas, para hacer ciudad juntas. No vamos a aceptar obedientes y en silencio un modelo de ciudad que nos expulse, que extraiga beneficio explotando nuestros cuerpos, nuestro trabajo, nuestras posibilidades de vida en común" y concluye señalando que "sólo acabamos de empezar y ya estamos construyendo una Málaga para Vivir".
A la protesta han asistido dirigentes políticos de izquierdas, como el coordinador general de IU, Antonio Maíllo, y el líder regional Toni Valero así como la coordinadora provincial y viceportavoz municipal Toni Morillas, también el secretario provincial del PSOE Josele Aguilar, además del portavoz socialista en la Casona del Parque, Dani Pérez, y dirigentes de la formación en la capital y costa o el miembro de la ejecutiva de Podemos, Nicolás Sguiglia, portavoz del grupo Con Málaga. También han participado miembros de sindicatos como CCOO.

Nieves Egea
Redactora de Informativos de SER Málaga. Especializada en información municipal. Ha cubierto en las...




