La invisible incandescencia de las velas

Jerez de la Frontera

LA INVISIBLE INCANDESCENCIA DE LAS VELAS

Realizando tareas cotidianas, no sé por qué, centré mi atención en una de las velas de casa. Me fui en busca de todas; un recorrido también sin motivo aparente. Cada una en su sitio, la inmensa mayoría `me cuenta´ algo. Mientras las observaba, me parecían uno de los objetos más versátiles.

Tal vez no fuera un pensamiento `estéril´. Quizás mi mente, como es frecuente, me invita a volver al pasado para que mi corazón afronte el estrenado día; o su contrario, no estoy segura.

¡Cómo este objeto es capaz de `remover´ tantas y tantas cosas! que se agolpan al escribir estas líneas. Además, el sol estaba algo juguetón; quienes me conocen saben mi confesable `adicción´ a su luminosidad.

¡Tantas vivencias y anécdotas alrededor de esas `rebeldes mechas´! Diría que hasta tamaño y forma del pabilo parecen modular el significado e intensidad de mis recuerdos.

De hecho, noto que las especiales aportan brillo a mi semblante, regalándome así un siempre bienvenido pequeño impulso.

Hay todo un abanico de sus variantes. Hoy destacaría las que aluden a esfera de la espiritualidad (celebraciones religiosas católicas), así como las que recuerdan los cumpleaños… Entre estas últimas, me enternece siempre mirar al conocido Mickey, que está entre nosotros años ha y ha sido y es centro común al soplido de los del núcleo familiar; tanto tiempo, que saluda con casi medio sombrero y tiene la frente algo curvada; ¡de cuántos deseos, risas y sonrisas, y de cuántos Abrazos ha sido testigo!

Todas son distintas y todas fuente de luz. Contextualizando en particular la conmemoración por venir, permítanme la invitación a sentir que, incluso cuando la de la vida se `apaga definitivamente´, en realidad está abriendo la ventana a la Luz más trascendental: la Eterna.

COVADONGA TRAVERSO BLANCO