¿Dónde están los hombres de Rubi?

Almería

“No voy a cambiar, sigo pensando en el ascenso directo”, dice Rubi hasta la saciedad, mientras las cuentas son de ciencia ficción. Continúa apostando por sus futbolistas a muerte y los defiende en cada rueda de prensa, liberándolos de toda presión. Es la plantilla más cara de la historia del Almería, fallaron en Primera y lo están haciendo en Segunda, pero el fútbol les abre una puerta para conseguir salvar la temporada y ha llegado el momento. Si Rubi tiene a sus hombres en el vestuario que den un paso al frente y levanten al equipo. Si el entrenador confía en el ascenso directo toca intentarlo a base de compromiso, concentración, trabajo y resultados. Le toca a los fieles de Rubi dar un paso al frente y hacer realidad eso que dice el catalán: “Nos matamos a trabajar”, y luego salen a los partidos para jugar a ratos. Si hay un equipo capaz de ganar ocho encuentros seguidos ese es el Almería si está enchufado y al límite en compromiso.

Rubi defiende a sus jugadores y pasa de puntillas a la hora de criticarlos, cargando con la cruz de la derrota. Está convencido de que subirán a Primera y es la hora de esos futbolistas por los que apuesta a muerte. Tienen que dar un paso al frente y ponerlo todo en el campo, que la calidad siempre sale. El Granada fue sometido por el Almería ante su afición, pero jugando a ratos se impuso el equipo nazarí. Rubi no está ‘loco’ y sabe que cuenta con la materia prima del éxito, pero tienen que ser sus futbolistas los que logren el objetivo. Los titulares y los que entran al partido. Todos a por un gran premio que espera una provincia. Esto no es de Rubi ni de los futbolistas: el Almería es de todos.

No queda tiempo de lamentar. Ya nada va a cambiar. Prohibido mirar atrás. Lo que importa es sumar triunfos y darle la razón al entrenador y que se salga con la suya, porque pocos esperaban un mensaje igual tras caer en Granada. El entrenador tiene fe en sus futbolistas luego ¿Dónde están los hombres de Rubi?

Trabajo

Dice Rubi que se matan a trabajar durante la semana. Que se centran en la estrategia y en salir al campo enchufados. Luego no sale y se repite el guion peligrosamente. Los errores saltan al césped y si el Almería los minimiza lo puede conseguir. En todas las derrotas fuera de casa llegaron a someter al rival y le condenaron sus fallos. Son por calidad el mejor equipo. Se juegan mucho los futbolistas en eso que se llama valor de mercado, luego a por el ascenso. Hay que darle la razón al técnico si se matan a trabajar que se vea en el campo. Son los jugadores los que ganan, solo ellos.

Concentración

Si el Almería se enchufa al partido termina encerrando a su rival y le hace gol. La calidad se impone cuando de concentración se trata, y la mejor arma para vencer está en la calidad. Hay que dotar a los futbolistas de todo lo demás para vencer. Fallar poco, ganar duelos individuales y solidaridad en el campo. Ellos saben el camino porque lo hicieron muchas veces y estuvieron 14 encuentros seguidos sin perder pasando del descenso al liderato. Eran los favoritos y toca morir por una idea haciendo bueno el pronóstico del entrenador desde la concentración y la implicación.

Compromiso

Los 11 titulares y los que luego entren deben ir al límite por unos colores. Que el rival note el aliento en la nuca y tenga claro que van a por la victoria. Ya jugar contra el Almería ‘asusta’ por la calidad, y si le ponen algo más seguro que se gana. El compromiso también gana partidos. Ya no se puede pedir patrón de juego ni que lo hagan bonito. Son 8 jornadas para ganar y no importa el cómo se consiga el triunfo. Si los hombres de Rubi salen con el compromiso a flor de piel acabarán dando la razón a su entrenador que se ha puesto cabezón con el ascenso directo.

Resultados

El Almería de las 14 jornadas sin perder era una máquina de lograr buenos marcadores y nadie les pedía a los futbolistas otra cosa que ganar o sumar. Ahora son tres partidos exigentes y cinco que se deben sacar adelante por la entidad de los rivales. Hay que saltar al campo a por la victoria y no a lucir ‘palmito’ porque eso ya es historia. Se puede, y lo pregona el técnico que está en manos de los profesionales para no quedar mal ante la afición. Toda la fuerza que les manda Rubi en la sala de prensa se debe ver correspondida por sus hombres en el campo. Que sus hombres den la cara por él.