Rally Sierra Morena

Córdoba

La semana pasada recorrió nuestra provincia y las calles de nuestra capital los vehículos del rally Sierra Morena.

Este año convertido en prueba internacional lo que da buena cuenta de la repercusión que ha tenido en todo el mundo del motor, colocando (si no lo hubiera estado ya) a nuestra ciudad como un punto importante en el mapa. Es notorio que esta prueba tiene el respaldo de las instituciones y si lo hacen es porque entienden que reinvierte en la ciudad y la provincia. La publicidad al resto del mundo y el gasto en los comercios y restauración de la ciudad hace que circule también la economía.

Frente a estas irrefutables afirmaciones tenemos a todos aquellos a los que este rally tan cercano en nuestras calles solo les ha producido un rechazo firme ante el ruido, el cierre de calles o la peligrosidad de vehículos de tanta potencia circulando cerca de sus bloques o ante la pasividad de los que disfrutaban pegados a las vallas del espectáculo.

Esta dicotomía es siempre repetitiva ante espectáculos masivos. Aún más en nuestra ciudad. Córdoba necesita espectáculos internacionales que den a conocer nuestra ciudad al resto de Europa y del mundo. El rally, la vuelta ciclista a España, maratones atléticos, así como otros espectáculos musicales. Estos eventos masivos dinamizan la economía, estimulan el turismo, generan empleo y ofrecen oportunidades de desarrollo.

Y frente a ello, el derecho al descanso. El problema es ¿dónde está el límite? ¿Quién valora hasta donde está la difusión de nuestra ciudad? ¿hasta dónde la marca Córdoba? y quizás más importante, ¿dónde se deben desarrollar estos eventos? ¿en zona céntrica? ¿en las Tendillas? ¿en el Arenal? Seguramente no llegaríamos a un acuerdo y siempre habrá quién no esté convencido del lugar a desarrollar de cada evento.

Descanso, paz, tranquilidad, seguridad, economía, promoción, publicidad…

El problema es y será siempre…. ¿Quién le pone el cascabel al gato?