El odio y la violencia vicaria
La firma de opinión de la jefa de Contenidos de Radio Córdoba
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El odio y la violencia vicaria. La firma de opinión de María José Martínez
Córdoba
La editorial Anagrama ha decidido suspender por tiempo indefinido la publicación del libro El Odio, que recoge las confesiones de José Bretón, aunque tiene vía libre judicial. Ha aprovechado su tiempo en la cárcel para mantener correspondencia, llamadas e incluso un encuentro con Luisgé Martín que se recogen en esta obra de no ficción que solo cuenta la versión del asesino.
En un comunicado anterior, Anagrama mostraba su respeto a Ruth Ortiz, madre de los pequeños y víctima de Bretón, y lamentaba el dolor que las publicaciones en torno al libro o su posible distribución pudiesen haberle causado. Llamaba a un equilibrio entre el derecho fundamental a la libertad creativa y la protección de las víctimas.
Ante una ficción narrativa, no estaríamos en este debate. Ante un libro de no ficción, las cosas cambian sensiblemente. La libertad de expresión y de creación literaria son esenciales en nuestra democracia. Pero en casos como este, pueden colisionar con el derecho al honor y la imagen de unos menores asesinados y de su madre, que en ningún momento fue contactada por el autor. Para Martín, el punto de vista de Ruth era "distractivo" y no quería mortificarla con indagaciones. Juzguen ustedes mismos el resultado.
Ruth Ortiz afirmó estos días que no rechaza que se publique un libro sobre el asesinato de sus hijos. Sí una obra que solo recoge la voz de su asesino. A pesar de los detalles del asesinato que leímos en su avance, o de las veces que nombra a Ruth y a su familia en él, al autor no se le ocurrió llamar a la madre de los niños. A la víctima que generó en nuestro país el verdadero debate sobre la violencia vicaria. Porque Bretón mató a sus hijos para hacer daño a la madre. Luisgé Martín, que además es periodista, no cumple la más mínima norma de contrastar la información, como hicieran los tan nombrados en estos días Truman Capote y Emmanuelle Carrère.
Tras la decisión de la Audiencia de Barcelona, que lógicamente no ha aceptado una suspensión cautelar para el revisado del libro sin una denuncia, Ruth vuelve a estar en el centro de otro debate nacional. Si el auge del true crime puede generarse a costa de los derechos de las víctimas. Si un libro debe publicarse sin tener en cuenta el daño a esos derechos, desde unos mínimos parámetros de protección. Desde mi punto de vista, y por muy americanizada que haya sido mi cultura, esto no es el salvaje oeste. Ruth Ortiz no merece este nuevo acto de violencia. Aunque el autor crea, ingenuamente, que Bretón buscaba su redención.

María José Martínez
Directora de Informativos de Radio Córdoba. Mi trabajo mira especialmente hacia la igualdad, la sociedad...