La Madrugá jerezana se transforma en la "Noche de Jesús"

Jerez de la Frontera

De entre la espesura sombría de San Miguel, se ve una ascua de luz que irradia el árbol de la Cruz del Cristo de la Salud. En la noche cerrada, a la 01:45 h, el recogimiento de sus nazarenos, la hace más oscura, solo resplandece el esplendor de su magnífico altar de insignias. Sin ir más lejos, antiguamente la imagen se veneraba en una Cruz de plata de ley que actualmente es la Cruz de Guía de la Hermandad. María Santísima de la Encarnación se cobija bajo palio de los de cajón, con bordados de Rodríguez Ojeda y orfebrería de Seco Velasco, en él se conjugan la sobriedad y la espectacularidad en un equilibrio exquisito.

Se recupera el orden de paso histórico tras años de permutas y ahora le precede la del Silencio. Desde las 02:45 h, la Hermandad de las Cinco Llagas recrea el tránsito del Señor por la Vía Crucis, parece que el nazareno camina en el racheo costalero que le dan aire a su túnica bordada por Carrasquilla. La Virgen de la Esperanza, va un exquisito paso de palio de malla bordada, también de Carrasquilla. La orfebrería es de Manuel Seco Velasco, mezclando la plata y el dorado en los elementos del palio, pequeñas cabecitas de angelitos en marfil recorren los respiraderos, para recrearse en él.

Por Cristina, el morado penitencia es el color dominante. A las 03:45 h se anuncia en su cruz de guía que viene Jesús Nazareno al son de la Banda de Cornetas y Tambores Del Gran Poder de Coria del Río. Las hermanas de Jesús, farol en mano, acompañan en largas filas al Nazareno de Jerez. He aquí la diferencia, o más bien, el sabor del puro Jerez en la noche de los tiempos, el de su esencia. Le jala Marquillo a Jesús, pero no tensa la cuerda.... Lleva el Señor la túnica de “las avefrías", en alusión de los motivos de las aves del paraíso que lleva bordados. Tras él San Juan, joven cantera de futuros cargadores que aguarda un sitio en Jesús o en su santísima Madre. Cierra el cortejo la Dolorosa del Traspaso. Sus bordados del techo de palio son Juan Manuel Rodríguez Ojeda. El manto, al igual que la saya, es de escuela valenciana de finales del siglo XIX.

Silencio y túnicas negras por Santiago, donde se anhelan las saetas a la amanecida al Señor de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Dulce Nombre en calle Ancha. Ambas son tallas de Castillo Lastrucci. El sobrio paso del Crucificado es de madera oscura como la noche y el palio de estilo neogótico de los talleres de Villarreal. La salida de la cofradía será a las 03:30 h.

Ermita de la Yedra. Una abarrotada calle Empedrada que aguardaba ansiosa la salida de sus titulares, prevista a las 01:40 h, toda la Plazuela fue “Ciudad Alta de Jerusalén” improvisada. La Agrupación Musical de la Sentencia, se presenta tras el Señor de la Sentencia y Humildad. La Esperanza de la Yedra Coronada va en un exquisito palio bordado en los talleres de Esperanza Elena. Ella resplandecerá como el Sol al paso de su calle, mientras sus vecinos se pierden en las cuentas de sus lágrimas.

El broche de la Noche de Jesús viene un año más de la barriada de Picadueñas, con la más joven de las cofradías de la Madrugá, la Misión Redentora, inspirada en el objetivo misional de la parroquial, que es regida por los padres mercedarios. La cofradía iniciará su estación de penitencia a las 03:30 desde la parroquia del Corpus Christi. En su único paso, que continúa tallando David Medina, Jesús sobrecoge en su porte y en las torturas que le infligieron. Sale a su Encuentro su Madre en la calle de la Amargura. En este año veremos las dos tallas que no pudieron estrenar, san Juan y Magdalena.