Viernes Santo: Cuatro hermandades pondrán sus pasos en la calle en esta jornada en Jerez

Jerez de la Frontera

Tras la noche de Jesús, la tarde del Viernes Santo, la jornada más fugaz en cuanto a cofradías, ya que tienen previsto realizar su estación de penitencia cuatro hermandades.

Desde San Pedro, la sobriedad de la Virgen del Loreto en su Soledad, va a ir paseando, desde las 17:50 h su severidad impregnada en su singular estética. Inmenso sudario, hojas de acanto en su manto, la calavera… todo un designio del triunfo de la cruz. El paso de estilo rocalla que estrenaron el año 2023, es si no un retablo eclesial, que trabajando. Le acompaña un órgano realejo armonizado con las voces del Coro de Capilla de San Pedro Nolasco.

Virgen de la Concepción Coronada, Viñas y Exaltación, un “totum revolutum” de hermandad de barrio que se va haciendo más grande y exquisita, desde 16:25 h. Sus hermanos han logrado proporcionar a nuestra semana mayor, un portentoso paso de misterio que estrenará una nueva imagen de María Magdalena, obra de Fernando Aguado y un hermoso y delicado paso de palio diseño de Francisco Javier Sánchez de los Reyes que se ejecuta en el taller sevillano de Santa Clara con orfebrerías de Toni García. Va creciendo su cortejo y es todo un barrio el que acompaña a sus titulares de principio a fin, un “puente y aparte” a los sones de la AM Virgen de los Reyes de Sevilla en el Señor y la Municipal de Bollullos tras la Virgen.

A las 16:00 h el sol irrumpe en la hoyanca, viene prendido en la vela, la del Cristo. Una brisa ovillará su pelo entre las espinas que le corona y San Juan, el de los jóvenes impúberes, que no le pierde el cuidado, mira de soslayo a la flamenca del manto rojo, Valle y Coronada. Al poco vendrá la evocación cofrade, el encuentro en la Plazuela con la Esperanza de la Yedra, para no perdérselo. Las Juan Manuelinas túnicas de negro de sus nazarenos, se entremezclan con el terciopelo del tocado egipcio de sus cargadores. Sabor Jerezano y sabor marinero de otros tiempos en el que las olas venían hasta la ermita en orillas que morían por san Telmo y que ahora se tornan por saetas en el Campillo, hasta sus adentros.

Cerrará la jornada a las 19:15 h la hermandad de la Soledad, inmensa Su Soledad, aferrada al clavo de su angustia. Como sobrecoge la Soledad, asombra su monumental paso de misterio. El Señor del Descendimiento pende como un hilo de la cruz al que lo aferran los santos varones. Todo está consumado en la obra del genial Ortega Bru. Y todo es magistral en el palio, broche de oro, en negro y morado, a una jornada que aguarda el Sábado Santo jerezano.