El Córdoba suma un punto ante el Levante en un partido espectacular que se resolvió en el descuento (2-2)

Córdoba

El Córdoba sumó un punto que supo a victoria en un final de infarto en El Arcángel, donde se pasó de la absoluta decepción con el gol del Levante sobrepasado el tiempo reglamentario tras haber desaprovechado varias ocasiones claras, a la euforia con el tanto de Rubén Alves que hacía justicia y que ponía el colofón a uno de los mejores partidos que se han visto este año en El Arcángel.

Fue un duelo espectacular, con goles, ocasiones, jugadas polémicas y de nuevo un arbitraje vergonzoso. Ya son muchas las veces en que la balanza se inclina siempre del lado contrario al del Córdoba. Empieza a resultar cuanto menos extraño que un alto porcentaje de arbitrajes perjudiquen claramente a los de Iván Ania, con actitudes soberbias que enervan al público local hasta explotar de impotencia. Ante el Levante fue uno más en la lista de arbitrajes que te van minando poco a poco durante un partido, aunque con el empate de Alves y la explosión de júbilo, la grada se olvidó en parte el pésimo arbitraje recibido una noche más en El Arcángel.

Del choque en sí, tuvo de todo. La primera parte fue igualada, con un gol del Levante que pudo contrarrestar Casas con un balón al larguero y posteriormente Albarrán con un disparo que atajó de forma milagrosa el portero rival.

Tras el descanso solo hubo un equipo en el campo. El Córdoba dominó por completo al Levante, que solo supo refugiarse en su área esperando alguna contra salvadora. Sin embargo, lo que llegó fue el gol del empate obra de Pedro Ortiz (qué jugadorazo). Él solito se lo fabricó dando paso a los mejores minutos del Córdoba en casa desde hace varias semanas. Si los de Ania no se adelantaron fue por la falta de puntería habitual y por un penalti sobre Theo que el VAR decidió revocar.

Ya en el descuento y con el partido roto, el Levante cazó la contra que llevaba esperando todo el encuentro y cazó a Carlos Marín. Un jarro de agua fría que recordó al partido ante el Elche. Una injusticia a los méritos del equipo blanquiverde que aun así no se amilanó y consiguió el empate con un golazo de Alves en el minuto 97.

El Arcángel explotó y lo celebró como si de una victoria se tratase. Supo bien el punto que hay que catalogar de justo porque el Levante aún tuvo tiempo de lanzar un balón al larguero en el último minuto.

Ahora toca ganar en casa al Oviedo. Desde luego, jugando como esta noche, será muy difícil que se escape la victoria. Este Córdoba sí representa los valores de una afición entregada.