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Tribunales

El TSJA ratifica la condena de 41 años de cárcel para 'el Melillero' por atacar con ácido a su exnovia

El Alto Tribunal andaluz decreta la libre absolución para la persona que había comprado ese compuesto químico

José Arcadio D.N., alias El Melillero (2 izq), sentado en el banquillo en el juicio que comenzó el 13 de noviembre en la Audiencia Provincial de Málaga por el intento de asesinato con ácido de dos mujeres, una de ellas su exnovia, en la localidad malagueña de Cártama en enero de 2021. / Álvaro Cabrera (EFE)

Málaga

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ratificado la condena de 41 años y tres meses de prisión a José Arcadio D.N., alias el Melillero, por el ataque con ácido sulfúrico a su exnovia y a una amiga de ésta, pero decreta la libre absolución de la persona que había comprado ese compuesto químico. En la sentencia se desestiman los recursos de apelación interpuestos por la defensa del Melillero y por Juan José G., que también ve ratificada su condena de 31 años de prisión como cómplice, por acompañarle en el momento de la agresión, por sendos delitos de intento de asesinato a ambas mujeres.

Sin embargo, estima el recurso de Víctor M.A. y revoca su condena a diez años de prisión como cómplice de dos delitos de intento de asesinato, decretando su libre absolución, ya que entiende el tribunal que no queda demostrado que él supiera que el ácido que compró para el Melillero se iba a usar con esos fines. En los fundamentos de derecho se indica que era "obvio" que Víctor M.A. era conocedor de la dedicación de el Melillero a actividades ilícitas, ahora bien, eso es una cosa y otra bien distinta para qué iba ser usado el producto. Víctor M.A. siempre ha reconocido que lo adquirió por encargo de el Melillero, aunque ha mantenido que él en ningún momento sabía para qué era: "Yo le hacía en ocasiones recados para ganarme un dinero. No sabía a qué se dedicaba pero sospechaba por el nivel de vida que al narcotráfico", aseguró durante su declaración en el juicio.

El TSJA da por válido que Víctor M.A. obedecía a el Melillero "porque le interesaba que le ofreciera gestiones con las que obtener alguna compensación económica, pero de ello no cabe extraer consecuencias que nos lleven más allá", se precisa en la sentencia, que insiste en que no queda demostrado que supiera para qué lo iba a utilizar.

Causar el dolor más extremo

El fiscal siempre mantuvo que el Melillero cometió los hechos con la finalidad de atentar contra la vida de su expareja y todo ello causándole "el dolor más extremo y con expreso desprecio a su género femenino" y con el fin de la "humillación, dominación y subordinación".

El ataque se produjo el 12 de enero de 2021 y ahora los magistrados del TSJA ratifican la condena para el Melillero al que consideran que estaba obsesionado con la exnovia y no la dejaba en paz, con continuas llamadas en las que la presionaba para volver con él si no quería sufrir ningún daño.

El día de los hechos, el Melillero, conocedor del lugar por donde debía pasar el vehículo conducido por su exnovia, estacionó su coche y la esperó, señala la sentencia, ahora ratificada. Juan José G., en el asiento del copiloto, portaba dentro de una bolsa de plástico un bote de un litro de ácido sulfúrico de un 98 por ciento de pureza, que la había entregado el Melillero y que pensaba arrojarle a la exnovia de éste. Al aproximarse a ellos en sentido contrario el vehículo conducido por la joven, el Melillero colocó el suyo en paralelo y uno de los ocupantes presionó el bote que contenía el ácido sulfúrico y lo dirigió a la parte superior del cristal del piloto del coche de la exnovia. Al tener esta bajado el cristal varios centímetros, el ácido penetró en el vehículo, cayó sobre su cuerpo y afectó especialmente al lado derecho de su cara y extremidades, y parte de la sustancia alcanzó el cuerpo de su amiga. Ambas mujeres tuvieron que salir precipitadamente del turismo para evitar la asfixia por el ácido, gritando por efecto del fuerte dolor que las quemaduras en la piel les provocaban. El Melillero se reía mientras las miraba, antes de darse a la fuga, y el vehículo de las dos mujeres se desplazó sin control cuesta abajo hasta que impactó contra otro vehículo y una farola.