La Semana Santa andaluza, mucho más que religión: identidad, emoción y cultura

Huelva

Por más que uno intente explicarla desde fuera, la Semana Santa andaluza no cabe en una definición única. No se deja encorsetar en lo meramente religioso ni puede reducirse a una cita con lo sagrado. Es sentimiento, es estética, es barrio, es familia, es identidad. Así lo expresa José Carlos Mancha Castro, profesor del Departamento de Historia, Geografía y Antropología de la Universidad de Huelva.

La Semana Santa en Andalucía tiene un fuerte componente identitario. Forma parte de nuestras claves culturales y conecta con la memoria colectiva, con nuestras raíces y nuestras comunidades”, ha señalado el docente. Mancha Castro subraya que, en torno a las cofradías, se tejen relaciones sociales y vínculos que se mantienen activos durante todo el año. Bares que cuelgan estampas de vírgenes en las paredes o la cuenta atrás para el Domingo de Ramos: todo eso, lejos de ser anecdótico, forma parte del costumbrismo que Andalucía mantiene a lo largo del año en torno a la Semana Santa.

Frente al avance de la globalización y el individualismo, el experto considera que la Semana Santa, como otras fiestas tradicionales andaluzas, se erige como un espacio de resistencia comunitaria. “Estos ritos nos anclan a lo colectivo, a los barrios, a la familia, a los amigos. Son una forma de relacionarnos que va más allá de lo religioso y que refuerza el sentimiento de pertenencia”.

José Carlos Mancha ha señalado que la Semana Santa andaluza es difícil de comprender desde miradas externas. Desde fuera puede parecer algo incomprensible o incluso contradictorio, ha indicado, pero aquí se vive con naturalidad, como parte de lo que somos: un fenómeno popular, plural y profundamente arraigado en la cultura andaluza.