Ana Lambea, la hermana mayor más joven de la provincia de Cádiz
A sus 28 años, esta abogada de profesión ejerce este alto cargo en la Hermandad del Resucitado de El Puerto

El Club de las Trece - Ana Lambea
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Cádiz
Responsable y trabajadora son dos de las muchas palabras que definen a Ana Lambea. A sus 28 años, esta portuense se ha convertido en la hermana mayor más joven de su ciudad, de la Diócesis de Asidonia Jerez y probablemente de toda la provincia de Cádiz. Desde enero de 2025 ejerce este alto cargo en la Hermandad del Resucitado de El Puerto, siendo la primera mujer y joven que se pone al frente. Ana ha hecho historia gracias a la pasión que le pone a cada cosa que hace. Esta abogada empezó con 6 años en la pavera y, desde entonces, ha ido escalando hasta alcanzar este puesto, algo poco común a su edad.
“En El Puerto hay más hermanas mayores, pero se meten a este cargo cuando ya han pasado una vida adulta mucho más larga”, comenta la portuense, cristiana con orgullo. En su caso, fue Jose Manuel Alonso, el anterior hermano mayor, quien escuchó sus inquietudes y quien le dio la oportunidad como secretaria en la anterior junta de gobierno.
Ahora, se encarga de tomar decisiones sobre las flores del paso de misterio o asuntos de protección de datos, y de firmar contratos con bandas, cererías o floristerías, además de gestionar acciones solidarias. “Creo que los cristianos no somos muy publicistas de nuestro trabajo de caridad”, dice la portuense, que explica que las hermandades “son empresas” y que “tienen muchísimo más trabajo del que la gente pueda pensar”.


Las mujeres, cada vez son más visibles en los altos mandos de las hermandades. Ana es un ejemplo de ello y asegura que “como mujer no he sentido nunca esa discriminación de la que se habla a veces en otros sectores laborales”.
Ella disfruta dedicando su tiempo libre a la hermandad en la que ha crecido y en la que ha aprendido muchos valores. “Te ayuda a tener la cabeza muy ordenada”, comenta. Además, ha presentado carteles de Semana Santa y la exaltación a la mantilla con unas admirables dotes comunicativas que ya demuestra en esta entrevista.
La portuense confiesa que es una amante de las tradiciones. No solo vive la Semana Santa, sino también la Feria, momento en el que se viste de flamenca con sus amigas. Ha sido su familia la que le ha inculcado esa pasión, desde casa y desde la tienda de moda flamenca La Reja que regentaba. Un comercio muy querido en El Puerto que no superó los estragos de la pandemia.
“He tenido esas tradiciones muy arraigadas. Siempre he visto a mi familia vestida de flamenca o a mi abuela ya mayor vestida de mantilla. Creo que no se deberían perder y creo que la gente joven debería seguir preservándolas”, expresa. Ella sigue poniendo su granito de arena para mantenerlas vivas.