Atención prioritaria
El triaje en los centros de salud es una medida en la dirección correcta para que mejore la percepción del usuario del SAS

La Columna de Alberto Grimaldi
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Las recientes manifestaciones para protestar por el estado de la sanidad pública en Andalucía son un aviso que no debería pasar desapercibido para el Gobierno de la Junta. Ni siquiera aunque fuese cierto que parte de la movilización responde a un uso político de partidos de la oposición contra el Ejecutivo del PP. La protesta de decenas de miles de personas no ha de desdeñarse.
Cuando Juanma Moreno accedió al cargo de presidente andaluz, el SAS era un servicio que ya estaba capitidisminuido. Apenas un año después, sin tiempo para acometer un cambio profundo, la pandemia reventó las costuras del sistema sanitario. Hoy todavía se notan sus efectos. Singularmente en Atención Primaria, no sólo porque es el principal escaparate del sistema para el usuario –su médico de familia o el pediatra de sus hijos–, sino porque es donde más diferencia se nota respecto a la respuesta que el SAS daba antes de que el mundo se parase por un coronavirus y a los españoles nos confinaran. Basta con pedir cita telefónica o telemática en Salud Responde para comprobarlo.
En el año que queda de legislatura ése es el gran reto que tiene por delante Juanma Moreno, más allá de la propia consejera de salud: revertir la percepción de que hace cinco años te atendían antes, que no mejor en cuanto a respuesta del personal sanitario, para el no cabe reproche posible.
Al igual que la reducción paulatina de las listas de espera quirúrgica provocada por el colapso de la pandemia, la instauración de un triaje por parte del servicio de enfermería es un paso en la dirección correcta, que ya está mejorando la atención en los centros de salud.
Los datos de los dos primeros meses de 2025 indican que más de la mitad de los casos acogidos, cerca de un cuarto de millón, fueron resueltos sin necesidad de derivación, con lo que eso supone de descongestión. A ello ha unido inversiones para mejorar la capacidad diagnóstica en los propios centros de salud.
Por eso, para el Gobierno de la Junta de Andalucía, ese nivel de prestación sanitaria merece atención prioritaria, máxime cuando en los próximos meses el ruido que generará la oposición y sindicatos afines será máximo. Mucho más que resolver cada uno de los problemas que acucian al sistema sanitario, lo verdaderamente importante es que el andaluz vea que la administración reacciona.