En primavera, especialmente
La opinión de Andrés Recio

Morón de la Frontera
Tras las cosas en apariencia más insignificantes y pequeñas descansa todo aquello que realmente nos sustenta y nos hace vivir. Eso dicen algunos. Yo así lo creo. En ellas radica el centro neurálgico de todo lo que nos lleva en volandas y nos hace temblar, sosteniéndonos en el frágil equilibrio que marca el verdadero sentido de nuestras vidas. Y ellas, esas pequeñas cosas, suelen volver, retornar de modo invariable e inconsciente. Volver. Cantaba Gardel. En primavera, especialmente.
Y vuelven, como un verso en una canción, o en un poema o, tal vez, como una sutil y embriagadora melodía que habita los palacios inabarcables del viento y que de vez en cuando se digna visitarnos para conmovernos. Cosas, tan así, como tan simples. Son como el revés de un espejo hecho de polvo de estrellas pasajero y a la vez eterno al que hay que rasgar su taimado velo para vislumbrar en algunos momentos de la vida sus mensajes más ocultos y sustanciales. En primavera, especialmente.
“¡Matemos a la poesía! ¡Aniquilemos el influjo inspirador del mar! ¡Corramos un tupido velo sobre el rayo de Luna y sus secuaces; las estrellas!” Así hablaban los futuristas de principios del siglo XX. “¡Qué predominen el mecanicismo, los autos, las máquinas...!” Pero no hubo manera. Ni la habrá. Porque ellas siempre aparecen. Siempre vuelven. Las cosas pequeñas e imprescindibles. “Y uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia, / pero su tren vendió boleto de ida y vuelta…”. En primavera, especialmente. Como un brote de albahaca o la eclosión vital de un naranjo en flor que en su sencillez -aparente- nos muestra más carga sagrada de lo que nunca pudieron aportar todas las religiones del mundo unidas, ofreciéndose como una orgía impúdica que se manifiesta enarbolando desnudo lo más complejo y hermoso de lo simple. La máxima dificultad tejida en insultante sencillez, la que se arroga para sí -por derecho propio- la verdad más definitiva y elocuente. La que todo lo abarca sin explicaciones. En primavera, especialmente.




