Comedores escolares bajo sospecha

¿Controla la Junta de Andalucía cómo se alimentan nuestros niños en los comedores escolares? ¿Se preocupan las consejerías de Salud y Educación de desarrollar inspecciones de manera periódica y frecuente para vigilar si la calidad y la cantidad es la adecuada y es la que consta en los pliegos de condiciones de los contratos de concesión del servicio de comedores?

Llama poderosamente la atención el último caso en el que hemos intervenido desde FACUA. Tras las quejas de varias madres y padres, hace unos meses denunciamos ante el organismo competente la insuficiencia de los menús, la baja calidad de la comida servida, el incumplimiento reiterado del pliego de condiciones e incluso la dificultad de los padres para poner una reclamación contra la empresa concesionaria, MEDITERRÁNEA DE CATERING. Concretamente, de los colegios de educación infantil y primaria san Juan de Mena de Córdoba y La Motilla de Dos Hermanas, en Sevilla.

Recientemente, nos ha llegado la respuesta de la Dirección General de Salud Pública de la Junta de Andalucía. Como consecuencia de nuestra denuncia, ha realizado inspecciones extraordinarias y nos reconoce que ha detectado “no conformidades” en los menús escolares que Mediterránea de Catering sirve en diferentes centros educativos de la comunidad autónoma. En sus inspecciones, la Junta ha detectado cantidades insuficientes de alimentos, con reducciones de hasta un 32% con respecto a lo requerido, tamaño inadecuado de las raciones servidas o problemas en el control efectivo del tamaño de las porciones.

Las inspecciones también han constatado una falta de comunicación adecuada a las familias sobre el consumo real de alimentos por alumno, condiciones ambientales inadecuadas debido al ruido excesivo durante las comidas o incumplimientos relacionados con el sistema de control de aceptación y rechazo de los alimentos servidos.

Eso sí, lo que la Junta no nos comunica es ningún tipo de sanción a la empresa Mediterránea de Catering pese a que la ha pillado haciendo trampas. Ningún requerimiento de devolución de una parte del dinero público, nuestro dinero, que recibe por la prestación de servicios en los que ha incumplido las condiciones contratadas para reducir su gasto y aumentar su beneficio. Con esta laxitud, resulta evidente que debe existir poca preocupación en esta y el resto de empresas de catering concesionarias de los servicios de comedores escolares ante la posibilidad de que las pillen recortando gastos. Absolutamente lamentable.