Vocales y empleados del CCF fueron cesados cuando pidieron explicaciones a León por movimientos de dinero que consideraban sospechosos

Declaración de un testigo durante el juicio oral del ‘caso saqueo’, en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba / Cadena SER

Córdoba
La tercera sesión por el juicio del conocido como ‘Caso Saqueo’ ha dibujado un Córdoba Club de Fútbol (CCF) dominado en su totalidad por Jesús León durante su etapa como presidente. Varios testigos que formaron parte del consejo de administración de la entidad, han declarado que eran “floreros a merced de alguien que quería un control total”. De hecho, han asegurado, “no había convocatorias formales del consejo, ni actas de las reuniones que mantuvimos”; y que incluso se aprobaron unas cuentas anuales “en una comida en un restaurante”.
Así lo ha manifestado la que fuera vocal —en una primera etapa— y asesora jurídica del equipo, la letrada Magdalena Entrenas, quien se ha esmerado en enfatizar que “nunca” trabajó como abogada del principal encausado, Jesús León. “Mis servicios profesionales se limitaron al club”, ha aseverado.
A propuesta del Ministerio Fiscal ha comparecido Luis Oliver, que durante la fase de instrucción del caso estuvo investigado. El exdirector deportivo del CCF ha confirmado en su declaración que prestó dos millones de euros a León para comprar el equipo porque, ha dicho, fue “estafado por un maestro del engaño”. Esta testifical seguiría el hilo de lo sugerido por las pesquisas de la Guardia Civil, en las que se ponía de manifiesto que León no compró realmente el CCF, sino que actuó como testaferro de Oliver. A cambio de adelantar ese dinero —del que León no disponía—, obtendría su cargo en el equipo con un salario de 600.000 euros anuales. También un puesto para su hijo.
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Por su parte, el que fuera encargado financiero del club, Teodoro Brea, ha asegurado al Tribunal que Jesús León le solicitaba, “a finales de cada mes”, que realizara transferencias a empresas del propio presidente y de sus hermanos. Ha añadido además que algunos de esos movimientos se realizaron “camuflados en facturas ficticias”, como unas labores de pintura pagadas a la empresa de Ildefonso León, pese a que nunca se ejecutaron.
Entre esos requerimientos de movimientos de dinero que el presidente del Córdoba presuntamente solicitaba a su jefe financiero, se encontraría también un pago de 500.000 euros a GRUCAL Properties, propiedad de Jesús León, bajo el concepto de ‘servicios de presidencia’. La guinda del pastel la puso, según el testigo, la solicitud de mover un millón de euros de las cuentas del club. “Me negué a hacerlo y dije a León que fuera al banco a firmar él mismo la transferencia”, ha asegurado Brea, que fue cesado de su puesto —que ejercía a través de una empresa externa— días después.
Ante esto, la defensa de León ha hecho valer el principio de ‘caja única’ (Cash Pooling). Es decir, que un empresario propietario de varias compañías puede transferir dinero entre ellas para, por ejemplo, hacer frente a pagos ante proveedores. Sin embargo, el exdirector financiero del Córdoba ha asegurado que León “nunca [en el periodo en que Teodoro Brea mantuvo su puesto] devolvió el dinero que sustrajo al equipo blanquiverde”. De hecho, ha asegurado intuir que “el millón de euros que salió de las cuentas del CCF fue a pagar deudas del propio León”.
No fue el único que asumió represalias por enfrentarse al presidente. Diego Medina, doctor en Derecho, formó parte del consejo de administración del Córdoba ‘propiedad de León’ durante 4 meses. Cuando advirtió que las reuniones del órgano de dirección carecían de contenido, empezaron las sospechas. Así que remitió un burofax al presidente del club solicitando el balance patrimonial de la entidad blanquiverde, así como los detalles de inversiones, ingresos, gastos, deudas o acreedores de la misma. En menos de 24 horas, Jesús León lo cesó personalmente y colocó en su lugar a Francisco Valero, hoy también investigado en la causa.
De igual forma, Medina ha asegurado que se alarmó al conocer algunos “asientos contables anómalos” en las cuentas de la Fundación Córdoba Club de Fútbol, presidida entonces por la esposa de Jesús León, Isabel Madueño, igualmente sentada en el banquillo de los acusados. Así, el testigo ha referido “traspasos de dinero hechos desde el CCF hacia la Fundación para que esta hiciese frente al pago de otros servicios”.
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba retomará las sesiones por el ‘Caso Saqueo’ el próximo martes. Su presidente, Juan Luis Rascón, no espera concluir el juicio oral hasta finales de mayo, “siendo optimistas, ha ironizado antes de dar por concluida la jornada de este miércoles.

Álvaro Guerrero Jiménez
Redactor y editor en los servicios informativos de la Cadena SER en Córdoba. Previamente ha trabajado...




