María Jesús Sánchez Rueda, la primera costalera de su cuadrilla: "Me siento una más, nunca he notado rechazo"
La experiencia de María Jesús Sánchez Rueda, una costalera pionera que rompe barreras de género en un mundo tradicionalmente masculino

María Jesús Sánchez Rueda, la primera costalera de su cuadrilla: "Me siento una más, nunca he notado rechazo"
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Sevilla
La historia de María Jesús Sánchez Rueda es la de una mujer que ha logrado integrarse con éxito en un espacio predominantemente masculino: el mundo de los costaleros. En su relato, ella destaca la acogida cálida y sin prejuicios que ha recibido por parte de sus compañeros. “Yo me siento uno más, no me tratan ni mejor ni peor que ningún compañero”, afirma con claridad. Su experiencia refleja un cambio progresivo en la forma en que las mujeres son aceptadas en los pasos de las hermandades, donde tradicionalmente solo hombres desempeñaban el rol de costaleros.
A pesar de ser la única mujer en su cuadrilla, María Jesús nunca ha experimentado rechazo o discriminación. En sus propias palabras, “la cualidad que yo estoy son todos hombres y de momento yo soy la única mujer. Y es cierto que mi sensación cuando estoy con ellos es que soy uno más. Y de hecho es lo que me hacen sentir”. La protagonista resalta que la clave para su aceptación ha sido su habilidad para trabajar debajo del paso, no su género. “Creo que ahí miran la forma de trabajar debajo del paso. Sienten que soy válida como cualquier otro compañero que hay debajo”, comenta con seguridad.
El proceso de integración no fue inmediato, pero la experiencia de María Jesús confirma que, aunque los cambios en el mundo de los costaleros son lentos, la apertura hacia la igualdad es cada vez más evidente. “El costal de toda la vida se lo han puesto hombres, entonces yo fui la que me puse barrera, la que me lo pensé y la que dije, no me van a aceptar esto, lo voy a pasar mal. Es un mundo de hombres y todas las películas que yo tenía montadas en la cabeza. No pasó absolutamente nada”, recuerda sobre sus temores iniciales.
Su mensaje para las jóvenes que quieren seguir sus pasos es claro: “Nosotras somos las primeras que tenemos que normalizarlo. Que hacerlo con naturalidad, humildad, presentarte a la igualá de la hermandad que te guste, con tranquilidad. Sin considerarte ni inferior ni superior a nadie”. Así, María Jesús se posiciona como un referente para aquellas que, como ella, desean desafiar las expectativas tradicionales y tomar su lugar en un ámbito históricamente dominado por hombres.
En un momento en que cada vez más mujeres se suman a la tradición de los costaleros, María Jesús subraya la importancia de seguir trabajando por la igualdad: “Creo que lo más idóneo es que debajo del paso se tiene que fijar en si la persona, sea mujer o hombre, trabaja bien, está físicamente bien y es válido para el trabajo que hay que realizar debajo del paso”.




