El torero Rafael Torres entra en el callejero de Sevilla

Sevilla

El callejero de Sevilla capital cuenta desde este lunes con otro torero entre sus protagonistas. Y no, no nos estamos refiriendo a las calles del Real de la Feria en Los Remedios ni al barrio D del Polígono de San Pablo, cercano a la Parroquia de San Ignacio de Loyola que se ubica en la Avenida de Pedro Romero; nos referimos a la glorieta que conforma el espacio peatonal que hay en la confluencia de la calle Arroyo con José Laguillo, desde hoy 'Glorieta Rafael Torres' en reconocimiento al diestro nacido en la Puerta Osario a finales de los años 40 del pasado siglo XX.

El propio Rafael Torres ha sido el encargado de descubrir el letrero cerámico con su nombre, acompañado, entre otros, por el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz; su esposa e hijos -el periodista José Antonio Rodríguez ha sido el encargado de conducir el emotivo acto- y numerosos amigos que han querido ser testigos de este entrañable momento con el maestro Juan António Ruiz 'Espartaco' al frente.

Se da la circunstancia de que Rafael Torres fue noticia días atrás al entrar en el equipo presidencial de la Real Maestranza como asesor artístico de Gabriel Fernández Rey, en sustitución del maestro Alfonso Ordóñez Araujo, fallecido este pasado domingo a los 86 años de edad.

En el acto, Sanz ha resaltado que "Sevilla no se entiende sin su historia y su pasado. Su historia son sus gentes y sus costumbres. Una parte importante de esa historia la forma el mundo del toro y sus principales protagonistas, los toreros".

"Hoy ponemos el nombre de una calle a uno de ellos, Rafael Torres, uno de los grandes toreros que ha dado nuestra tierra", ha resaltado Sanz. Ha añadido que "con este acto, hacemos mucho más que poner el nombre a una calle. Hacemos un reconocimiento a nuestra cultura, a nuestras costumbres, a nuestra forma de ser, a algo tan nuestro como el mundo del toro, a una persona muy querida en Sevilla, y muy respetada por el público y sus compañeros de profesión".

El alcalde de Sevilla ha señalado que "con esta rotulación, hacemos un homenaje a Sevilla y al mundo del toro, pero sobre todo, se lo hacemos a un torero que ha logrado algo al alcance de muy pocos, ganarse el respeto, el cariño y la admiración de todos, crítica y público, compañeros y aficionados".

Rafael Torres

Rafael Torres nació a finales de los años 40 muy cerca de donde nos encontramos, de la Puerta Osario, en los lavaderos del antiguo Corral de la Corona, una Puerta Osario desde la que, desde muy pronto, el pequeño Rafael soñó muchas veces con otra puerta mítica de Sevilla, la del Príncipe. No tuvo que esperar mucho tiempo para ver cumplido sus sueño, y en 1968 en su debut como novillero en La Maestranza logró algo al alcance de muy pocos, salir a hombros por la Puerta del Príncipe. Una Plaza de Toros que desde entonces ha estado ligada a Rafael Torres. En ella tomó la alternativa en 1970 de manos del maestro Curro Romero bajo la atenta mirada de 'Riverita', y a lo largo de su carrera vinieron muchas tardes más. Tantas hasta llegar a torear en Sevilla en 148 ocasiones como matador de toros y banderillero, alcanzando un récord histórico, ser el torero que más veces ha hecho el paseíllo en la Real Maestranza de Sevilla, hecho que le valió el ser distinguido con el "Giraldillo de Honor" por el Ateneo de Sevilla.

Un torero elegante de la Escuela Sevillana que en 1975 recibió el Premio a la mejor faena de la Feria de Abril de 1975 y que despertó el interés de un gran artista como Salvador Dalí, que quiso que hacer con él proyectos artísticos.

Rafael siempre ha estado rodeado del mejor arte torero con el que ha compartido muchas tardes de éxito, empezando por los Vázquez, Pepe Luis y Manolo, que fueron los primeros que se fijaron en él, o siguiendo por los más importantes matadores con los que compartió tantas tardes de gloria a partir de 1.982 cuando decidió hacerse banderillero y se convirtió en peón de confianza como Paquirri, José María Manzanares o Curro Romero, hasta que el 12 de octubre de 2002 se retiró en su Maestranza actuando en la cuadrilla de otro torero sevillano, Eduardo Dávila Miura.

"Pero un torero no deja de serlo nunca y, Rafael, se pasea por el mundo con torería y, a partir de ahora, aquí en este rincón de Sevilla, muy cerca de donde nació y del bar donde empezó a trabajar, seremos los sevillanos los que nos paseemos por su calle, la calle de un gran sevillano", ha destacado el alcalde. Ha concluido que "a partir de hoy Sevilla es una ciudad más justa y con más sevillanía, porque lleva grabado el nombre de uno de sus grandes ciudadanos, Rafael Torres, un maestro que ha hecho feliz a muchos aficionados con su arte".