La polémica de la Feria del Caballo
La firma de Manuel A Glez Fustegueras
Firma Manuel A Glez Fustegueras
Jerez de la Frontera
LA POLÉMICA DE LA FERIA DEL CABALLO.
La Feria del Caballo es uno de los principales valores simbólicos, culturales y económicos de Jerez. Desde su remodelación en los años ochenta del siglo pasado, ha sabido conjugar tradición y dinamismo, convirtiéndose en un espacio de encuentro esencial para la ciudad.
Precisamente por su relevancia, cualquier cambio en su organización debe abordarse con rigor, consenso y transparencia.
Los recientes ajustes en la distribución de las casetas, aprobados por el Ayuntamiento en el marco de una nueva ordenanza municipal, han generado preocupación entre caseteros históricos y ciudadanía. Traslados de casetas consolidadas, agrupaciones en zonas periféricas y, sobre todo, la falta de información sobre los criterios aplicados, han alimentado un clima de incertidumbre que podría haberse evitado con mayor diálogo y comunicación clara.
Toda política pública que afecta al espacio público y a eventos de gran valor simbólico debe regirse por principios de equidad, objetividad y participación. No bastan las buenas intenciones: las decisiones deben estar técnicamente justificadas, explicadas con transparencia y sujetas a revisión mediante cauces participativos.
Por ello, es fundamental que el Ayuntamiento garantice el acceso a la información técnica y habilite espacios efectivos de diálogo. Solo así se podrá preservar la confianza en la gestión pública y asegurar una feria justa, integradora y coherente con los valores que la han hecho grande.
Jerez merece una feria organizada con sentido común, construida desde el consenso y regida por la transparencia.