Córdoba visitada vs Córdoba habitada

Córdoba

Santa Marina, San Lorenzo, San Pedro y así podría seguir nombrando a otros barrios del caso histórico de esta ciudad milenaria, son barrios donde la afluencia de visitantes y la adaptación de viviendas hacia uso turístico va en aumento y conviene recordar que son espacios habitados y cuidados por quienes vivimos en ellos.

Las iglesias fernandinas, las casas señoriales, las cruces, los patios forman parte del itinerario turístico pero también del itinerario emocional de vecinos y vecinas. Por eso compramos macetas para nuestros balcones, adornamos nuestros patios y traspasamos las tareas a generaciones jóvenes que se incorporan con orgullo. Es una identidad de barrio fortalecida en el encuentro en los espacios de ocio, reclamados y/o gestionados por las AA.VV como Luciana Centeno o los de convivencia como los Jardines de Orive, o en la taberna La Fuenseca, donde el flamenco y la amistad te acogen.

Les aseguro que son calles ricas en sentimiento de vecindad y encuentro al comprar en las panaderías centenarias, San Francisco, o La Catalana y en los supermercados de cercanía donde el carnicero sabe preparar la mezcla de carnes para que las albóndigas caseras sean las tuyas, y no menos importante, los bazares de San Lorenzo, donde puedes encontrar de todo.

Y por si no fuera suficiente el Colegio Público López Diéguez, el más antiguo en su creación y el más avanzado en un modelo educativo donde familias, docentes y menores participan activamente mostrando su compromiso social y sostenible, abre sus puertas con talleres y actividades. No se lo pierdan y ayuden a mantener el espíritu de barrio solidario que nos merecemos cuando paseen por sus calles porque está habitado.