Ovnis, redes y revelaciones: el joven escritor Julio de la Vega y el boom del misterio que atrapa a miles en España

Julio de la Vega no es un ufólogo tradicional. A sus 28 años, ha logrado lo que a muchos les lleva décadas: convertir su pasión por los fenómenos inexplicables en un fenómeno social. Su primer libro, Avistamientos de OVNIS, se agotó en menos de 24 horas desde su lanzamiento en las principales plataformas. La clave, según él, está en su comunidad: más de 600.000 seguidores en Instagram, bajo la cuenta @avistamientosdeovni, que participan activamente enviando testimonios, vídeos e historias que él analiza con rigor y cercanía.

“Es una satisfacción increíble, y se la debo sobre todo a esa comunidad ufológica que ha crecido conmigo”, afirma Julio. Su camino comenzó hace tres años y medio, cuando un libro de J. J. Benítez y una conversación casual lo llevaron a investigar casos en Cádiz, su ciudad natal. Lo que empezó como una inquietud personal se ha convertido en un fenómeno nacional e internacional, con reportes que llegan desde América del Sur, Norteamérica y Europa.

En Avistamientos de OVNIS, Julio recopila 33 investigaciones que él mismo ha considerado “los casos más potentes”, seleccionados tanto por su impacto como por la posibilidad de verificar los relatos. Utiliza métodos como el “efecto nevera”, que consiste en retomar el testimonio pasado un tiempo para comprobar si el relato se mantiene intacto, un filtro que, según él, “revela mucho sobre la autenticidad del caso”.

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Uno de los relatos más impactantes que recoge el libro es el de su propio tío, un hombre de campo que, en 1989, experimentó un encuentro con seis figuras humanoides entre Villamartín y Ubrique. “Él nunca lo había contado hasta hace un año. Fue una experiencia que le llenó de una paz inexplicable”, relata Julio, que incluye este y otros muchos testimonios inéditos en su obra.

El libro también aborda posibles abducciones, como la de una psicóloga chilena que, a los seis años, despertó ante la presencia de figuras humanoides en su habitación. Años después, desarrolló manchas en la piel que fueron diagnosticadas como lupus, aunque los informes médicos nunca confirmaron la enfermedad. “Es un caso que da que pensar”, dice Julio, que muestra las fotos de las marcas en su libro.

Su investigación ha revelado patrones inquietantes: un número creciente de avistamientos cerca de costas, especialmente en el Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar. “Puede sonar raro, pero muchos creemos que estas naves podrían salir del mar”, asegura. Una teoría compartida por otros investigadores del fenómeno OVNI en América Latina y España.

Julio también ha vivido su propia experiencia, relatada en el último capítulo de su libro. Aunque no ofrece muchos detalles, asegura que aún intenta encontrarle una explicación racional sin éxito. “No intento convencer a nadie. Solo invito a mirar al cielo, a cuestionarnos lo que creemos saber”, concluye.

Su mensaje es claro: abrir los ojos, leer, investigar, y no dejarse llevar por el escepticismo sin antes mirar más allá. Como él dice, “en un universo tan grande, pensar que estamos solos es, cuanto menos, egoísta”.