Un mal Cádiz CF salva la papeleta ante un Almería con nueve jugadores

Agónico partido en el Nuevo Mirandilla. Del desastre, hasta pasar por la ebullición de una remontada en dos minutos gracias a Víctor Chust. Luego de esta, lo único real ha sido que el Cádiz casi cae derrotado contra nueve futbolistas de un Almería que más no pudo hacer con menos. Con un partido que mostró las carencias de un proyecto que está más que finiquitado, los tres puntos salvan lo que hubiese sido la puntilla a una temporada para el olvido.

Sellar la permanencia era el principal objetivo de la tarde de hoy. Siendo el tercer viernes consecutivo disputando un encuentro de Liga, era turno para intentar que, al menos, el cadista se fuese el fin de semana algo relajado. Relajado por decir algo, porque no hay victoria que levante la situación actual. No solo a nivel deportivo, donde se cuentan los días para que acabe el suplicio. También a nivel extradeportivo. Con un Nuevo Mirandilla desolador —lógico por el cansancio y el hastío—, la previa daba pistas de lo que se podía ver en el feudo amarillo.

Dos encuentros paralelos se iban a dar tras el pitido inicial de Palencia Caballero. Uno dentro del verde, donde ni con un Almería con problemas en salida parecía el Cádiz CF hacerle daño. Luego, en la grada, la afición iba a protestar contra la dirección deportiva. Especialmente con el presidente, Manuel Vizcaíno, quien se llevó el gato al agua con unos billetes con su cara que fueron repartidos en los aledaños. Siendo el minuto 12 el que marcaba el lanzamiento de este, antes apenas pasó nada en el verde. Un centro de Climent que casi alcanza Sobrino al inicio, pero poco más.

Una roja y un gol en contra

Con un colegiado nervioso y ansioso de tarjetas, al pasar la media hora del partido le hizo un favor al cuadro gaditano. Roger, quien quería controlar y encarar a Fernando, se vio agarrado por Kaiky. Sin pensarlo, Palencia Caballero alzó la mano con la cartulina roja a la vez que, por primera vez, el Mirandilla podía celebrar algo. Una celebración que duró escasos minutos, cuando Melero, entre un error de marca de Climent y un Caro debajo del larguero, remató a placer para el 0-1. Corrigió el meta onubense el error cuando salvó el 0-2 tras un disparo con diestra de Baptistao.

Se iba a poner todo de cara para el Cádiz. Con un colegiado disparando tarjetas sin parar, le abrió el camino al cuadro amarillo cuando Bruno Langa hizo una entrada sobre Roger Martí que consideró de roja directa. Ahora, con dos menos el Almería, la victoria era la premisa clave. Sobre todo, porque todo estaba a favor para atar la dichosa permanencia. Pero la gestión del partido por parte de los jugadores iba a ser nefasta hasta el final.

Fue en el 61', con el cuadro local intentando poner centros a la nada, cuando Melero perdonó el camino de la vergüenza a los gaditanos. Con una ocasión clara, la constante iba a ser un equipo llegando al área rival pero sin peligro alguno. La patata caliente iba aumentando y el Nuevo Mirandilla desvelaba con el murmullo lo que se veía en el verde. Siendo así, la derrota se palpaba con el cuadro de Rubi achicando aguas por activa y por pasiva.

No obstante, la patata no iba a explotar. Y no fue porque, Carlos Fernández, quien entró por Melendo, remató en el minuto 94 al fondo de la red para poner el empate. Añadiendo un minuto, la épica se podía prever ante un Almería en la lona y muy tocado. Tal fue así, que Caro lanzó el contragolpe de los gaditanos para que, Roger Martí —con un control excelso tras un balón de Ontiveros— asistiera a un Víctor Chust colocado como un ariete. Con ambiente de gol de una final, el 2-1 fue celebrado como debe ser una victoria, pero era imposible tapar lo sucedido. Ahora, con 52 puntos, el Cádiz CF solo debe esperar que el Eldense sume un punto o caiga derrotado para, de una vez por todas, conseguir la permanencia de manera matemática.