Presentación del cartel y los actos conmemorativos del Centenario de la fundación de la Cofradía del Santo Entierro y Virgen de los Dolores y Soledad
A lo largo de los próximos meses se ven a desarrollar publicación de un libro conmemorativo, convivencia de hermandades, 25 aniversario del cuerpo de anderos, pregón, besamanos, triduo y procesión extraordinaria
Momento de la intervención de la Hermana Mayor, Juana Vargas Megías, durante la presentación / Antonio Plaza
Jódar
El acto tenía lugar en el Salón de Actos del Centro Parroquial del Santo Cristo, con gran afluencia de público, presentado por Lucía Díaz Vargas, con presencia e intervenciones de la Hermana Mayor de la Cofradía, Juana Vargas Megías, el autor del cartel conmemorativo, Juan López (Amores Burgos), el párroco de las parroquias de Jódar, Juan Guerrero. Se completaba con una conferencia del Cronista Oficial de la Ciudad, Ildefonso Alcalá Moreno, sobre la historia de la cofradía.
Presentación del cartel y los actos conmemorativos del Centenario de la fundación de la Cofradía del Santo Entierro y Virgen de los Dolores y Soledad de Jódar (1925 – 2025)
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Público asistente / Antonio Plaza
Público asistente / Antonio Plaza
La Hermana Mayor, Juana Vargas Megías, adelantaba las actividades que se van a desarrollar, agradeciendo la asistencia del público asistente, “… Sean todos bienvenidos a este acto tan esperado, tan simbólico y tan lleno de historia. Nos reúne hoy la emoción y el privilegio de presentar los distintos actos conmemorativos del centenario de nuestra querida antigua y muy ilustre oficial, Cofradía de Jesús Yaciente y Nuestra Señora de los Dolores y Soledad.
Cien años de devoción, no solo una cifra, son un legado, son el eco de oraciones susurradas, de lágrimas contenidas, de promesas cumplidas ante el sepulcro sagrado de Cristo y bajo la mirada de su madre dolorosa.
Esta hermandad ha sido hogar espiritual, refugio de los corazones rotos y escuela de fe para generaciones eternas.
Hoy, como hermana mayor, me siento profundamente emocionada, no solo por representar a esta gran hermandad en una efeméride tan especial, sino porque he tenido la dicha de crecer como persona entre estos titulares, de aprender en cada acto, en cada actuación de penitencia, en cada silencio que acompaña a Jesús Yaciente y en cada mirada al rostro desgarrado de Nuestra Señora.
Nunca imaginé tener el honor de vivir este centenario desde esta responsabilidad, pero hoy más que nunca lo vivo con el corazón lleno de gratitud, humildad y amor.
Este centenario será un camino de celebración, de encuentro y de fe compartida. Por ello, a lo largo de este año viviremos momentos muy especiales, entre los que me complace anunciar la presentación del libro conmemorativo del centenario, que recogerá nuestra historia, nuestra memoria y nuestro sentir como hermandad.
Una convivencia de hermandades, símbolo del lazo fraterno que une y que ha sido de la Semana Santa, como expresión de Iglesia viva.
El 25 aniversario del cuerpo de Anderos, que rendirá homenaje a aquellos que llevan sobre sus hombros no sólo el peso del paso, sino el amor y la entrega de todo el pueblo.
Nuestro pregón conmemorativo, que será palabra viva y testimonio del alma de nuestra cofradía.
El Besamanos a Nuestra Señora de los dolores y soledad, un acto íntimo y lleno de devoción para acercarnos aún más a su dolor de madre.
El triduo Nuestro Señor Yacente, como presentación espiritual y momento de recogimiento para vivir con hondura este centenario y como culmen una procesión extraordinaria, que será manifestación pública de nuestra fe y de nuestra historia, uniendo a generaciones pasadas, presentes y futuras, en el mismo camino de amor y esperanza.
Este acto no es sólo el inicio de un año histórico, es también un tributo a todos los que nos precedieron, a quienes forjaron los cimientos de esta hermandad y a quienes hoy siguen sosteniéndola con su fe, con su trabajo silencioso, con su entrega constante.
Agradezco profundamente la presencia de todos los que nos acompañan esta noche. Su apoyo engrandece este acto y fortalece los lazos que nos unen como Iglesia y como pueblo.
Iniciemos así el camino hacia la memoria, la gratitud y la esperanza. Que Jesús Yacente nos acompañe a confiar aún en la muerte y que Nuestra Señora de los dolores y soledad nos abrace en cada paso que demos. Muchas gracias…”.
Presentación del Cartel Conmemorativo del 100 Aniversario del Santo Entierro por su autor Juan López (amores Burgos)
Cartel Anunciador del Centenario de la Cofradía del Santo Entierro de Jódar / Juan López García
Cartel Anunciador del Centenario de la Cofradía del Santo Entierro de Jódar / Juan López García
“… Comenzar agradeciendo la confianza depositada sobre mi persona y trabajo, por parte de la Junta de Gobierno del Santo Entierro, por su apoyo incondicional en mi trayectoria profesional, desde aquel 2009 en el que empecé, joven y tímido, con mi cámara a participar y colaborar con esta cofradía, 16 años como fotógrafo, directivo y contracapataz de esta familia.
Con motivo del centenario fundacional de la Hermandad del Santo Entierro de Cristo, se presenta este cartel conmemorativo, fruto de la técnica fotográfica y el diseño digital, que pretende rendir homenaje a la memoria, la fe y la tradición de todo un pueblo.
La idea estaba ahí, en mi mente, esperando la oportunidad de acometerse, y cuando me llamarón para encargarme esta encomienda, pensé, es el momento, algo diferente y cercano, de la belleza de lo cotidiano, del día a día en la casa del cofrade.
La obra nace inspirada en una mirada intimista, casi doméstica, como si el espectador se asomara a una escena recogida, evocando el concepto del famoso cuadro de Las Meninas de Velázquez, donde lo visible es tan importante como lo que se intuye (el cuadro dentro del cuadro, la foto dentro de la foto). El altar que contemplamos recuerda al que tantos de nosotros tenemos en casa: ese rincón sagrado, cuidado, ya sea un cuadro grande o una estampa bajo el cristal de la mesita de noche, donde descansan las estampas del Señor Yacente o de la Virgen de los Dolores, testigos silenciosos de nuestro día a día. Son imágenes que miramos al entrar o salir, que sentimos como parte viva de nuestra fe heredada.
Presidiendo el cartel, en primer plano, se encuentra la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, Señora y Decana de la devoción mariana en Jódar y Madre de todos. Su presencia nos envuelve con esa cercanía que solo Ella sabe ofrecer. En una reunión previa a este acto, comentábamos que en muchas casas esta la estampa de la Virgen, una foto de un cartel de los años 90 que llego a muchos de los hogares de Jódar, entre ellos el mío. Estampa que siempre hemos cuidado en casa, que sirvió de modelo para mis primeros dibujos.
También ocupa un lugar esencial en la composición, como no puede ser de otra manera, el Señor Yacente, representado con solemnidad y delicadeza. Se trata de una obra del insigne imaginero Don Sebastián Santos Rojas, uno de los grandes tesoros patrimoniales de nuestra ciudad y al que, personalmente, me une una profunda devoción.
En un segundo plano, aparece una imagen antigua de la Virgen de los Dolores. Con ella se alude a la evolución en el tiempo, al paso de generaciones, al cambio como señal de vida y continuidad. Más arriba, una fotografía familiar tomada frente a la Iglesia de la Asunción nos conecta con el pasado, con las raíces de una fe que se ha transmitido de padres a hijos. Es un guiño al legado que hemos recibido y al compromiso de mantenerlo vivo.
Una rosa roja aparece también como símbolo de la Pasión de Cristo y del fervor cofrade. De ella ha caído un pétalo, un gesto cargado de significado: representa el paso del tiempo, la ausencia de los que ya no están. Esta rosa, además, enlaza este cartel con el que realicé en el año 2020, creando así una línea de continuidad visual y emocional que, para mí, tiene un valor profundamente especial.
La composición ha sido cuidadosamente equilibrada, respetando la proporción áurea y la regla de los tercios, dando peso visual a los elementos esenciales. Una vez finalizada, fue envejecida digitalmente, buscando un tono nostálgico y atemporal, que suavizara detalles y dejara todo el protagonismo a lo verdaderamente importante: nuestras Imágenes, nuestra historia y nuestra fe.
Este cartel es un pequeño retablo contemporáneo que nos invita a mirar hacia dentro, a recordar lo que fuimos, a valorar lo que somos y a creer en lo que, con la ayuda del Señor, seguiremos siendo.
Alza su voz la imagen detenida,templo de luz, de historia y devoción;la Virgen, Madre, reina en su dolor,y el Cristo yace, puente hacia otra vida.
El arte se hace carne compartida,memoria en flor, herencia y oración;la rosa cae —símbolo y bendición—,por los que fueron, y aún dan su salida.
Pasado y fe se abrazan en el lienzo,la casa, el alma, el tiempo y su legado;un pueblo entero late entre sus trazos.
Y al contemplarlo, el corazón, intenso,sabe que Dios, en cada encuadre callado,habita en lo sencillo… y en los abrazos…”.
Momento de la conferencia de Ildefonso Alcalá Moreno / Antonio Plaza
Momento de la conferencia de Ildefonso Alcalá Moreno / Antonio Plaza
Conferencia sobre la historia de la Cofradía por el Cronista Oficial de la Ciudad, Ildefonso Alcalá Moreno
El cronista hacía un pormenorizado recorrido por la historia de la Cofradía, que la remontaba las primeras referencias al año 1656, según él, la más importante, con imágenes marianas del pueblo, (rescatamos un fragmento de la conferencia, AUDIO completa),“… En primer lugar, agradecer profundamente a la hermana mayor, doña Juana Vargas Mejías, el que haya contado conmigo para esta conferencia que inaugura los actos conmemorativos del centenario de la fundación de la Hermandad del Santo Entierro y que también me haya encargado la realización de un libro con la historia de esta hermandad, de su procesión y de la hacendera de la devoción hacia la Virgen de los Dolores, sin duda la más importante con que ha contado de imágenes marianas nuestro pueblo y que hago una reivindicación en este libro para que siga así siendo.
Entre esas muchas frases que conocemos sobre la historia me quedo con la de Marcos Garvey, ‘Un pueblo sin el conocimiento de su historia pasada, origen y cultura es como un árbol sin raíces’.
Dentro de poco esta hermandad ya no lo será, los seres humanos tenemos una mente muy frágil y las corporaciones humanas tienden a olvidar o juzgar libremente el esfuerzo y sacrificio de sus predecesores. Ese olvido empobrece la dilatada historia de esta institución y crea leyendas en torno a la misma, en la mayoría de los casos muy alejadas de la realidad. Los libros de historia son el nexo de las voces que ya no pueden contarnos su versión de los hechos reales, solo la huella documental, los papeles, siguen la línea fina, fiable de una trayectoria vital a ello y a ello nos aferramos los historiadores y si es posible a los testigos directos de los hechos que narramos…
Celebramos este año 2025, año santo jubilar, de la esperanza, el centenario de la fundación de la primera cofradía dedicada al Santo Entierro de Jódar, aunque desde el año 1656 se tienen noticias de la existencia de la procesión del Santo Entierro que la organizaba la cofradía del dulce nombre de Jesús Nazareno, que se encargaba de organizar todas las procesiones de la semana santa del siglo XVII en Jódar. Son pues 369 años de devoción al Santo Sepulcro en Jódar.
La primera noticia documental la tenemos, sobre la existencia de la imagen del Cristo de la expiración, que en el testamento de Alonso de Zamora, el 12 de febrero de 1657, le deja dos misas al Cristo, pero por un dato aportado en el testamento de Ana Ruiz, el 9 de noviembre del año 1676, sabemos fehacientemente de la antigüedad de la procesión del Santo Sepulcro, en el que dice que manda a la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús de esta villa dos almohadas de lienzo delgado labrada, una en seda azul y otra encarnada, que a 20 años que sirven en el Santo Sepulcro, los Viernes Santos, sin que hayan servido para otra cosa. Por lo que la antigüedad de la procesión del santo sepulcro se remonta al año 1656, como mínimo.
La imagen del Santo Sepulcro era el Cristo de la Expiración que tenía los brazos articulados, dos bornes, y al mediodía del Viernes Santo, con la celebración del Sermón de las Siete Palabras, había un acto en el que se organizaba en la plaza del ayuntamiento, la plaza de España actual, se organizaba un acto que la gente del pueblo le llamaba ‘El teatro’ o ‘El Paso’. Sabemos cómo se desarrollaba este acto, porque en el año 1679 hay un voluminosísimo pleito en el archivo de la Catedral de Jaén entre el corregidor o alcalde mayor de la villa y el párroco de entonces, porque a ver dónde se sentaba cada uno y dónde le correspondía el asiento por ese pleito que se extendió con una trifulca en medio de todo este acto. Imaginaros en la época el corregidor con el párroco en la procesión del Santo Entierro, en la del Cristo de la Misericordia y en la del Corpus en la que se aludieron, como anécdota, a los desvaríos sentimentales del propio párroco que acabó preso en el obispado de Jaén.
Autor del Cartel, Juan López (Izqda.) y cronista, Ildefonso Alcalá (centro) reciban placas conmemorativas de manos de la Hermana Mayor, Juana Vargas (Dcha.) / Antonio Plaza
Autor del Cartel, Juan López (Izqda.) y cronista, Ildefonso Alcalá (centro) reciban placas conmemorativas de manos de la Hermana Mayor, Juana Vargas (Dcha.) / Antonio Plaza
Este acto de desenclavamiento, como se llamaba en Jódar duró hasta el año 1777, porque hubo un decreto del rey Carlos III que prohibió todos estos teatros y todas estas cosas en las procesiones de Semana Santa, incluido llevar capirote. Se prohibió y a raíz de la primera desamortización del año 1798, las cofradías de Nuestro Padre Jesús de Nazareno, junto con otras hermandades de Jódar, comienzan a perder todas sus propiedades…”.
