El Cádiz CF arrastra su escudo ante un descendido Racing de Ferrol

El Cádiz CF arrastra la camiseta en su visita a Ferrol. Los de Garitano, inoperantes, cayeron derrotados ante el conjunto ferrolano en el 81' tras un penalti cometido por Chust. Siendo un partido donde el cuadro gaditano tenía que ganar para acabar lo mejor posible la temporada, lo visto en el verde es el actual reflejo de un club que no tiene rumbo y, mirando a la temporada que viene, este rumbo puede ser aún peor.

Partido de mero trámite. Aunque había cábalas (triples y cuádruples empates) que no daban por matemática la permanencia, todo estaba atado. Por ello, un mero trámite. Además, en casa de un descendido, donde el ambiente de naufragio era clarividente. También recibía a un equipo que, por los pelos, sorteó las garras del descenso. Aun así, el encuentro era de tanatorio donde lo mejor que podía pasar era que los 90 minutos pasaran rápidos.

La nada absoluta fue la primera mitad. Sobre el verde se veían dos equipos con ganas de hacer las maletas e irse para casa. Fueron más intensos los primeros siete minutos, donde Ocampo —inoperante en la primera mitad— lanzó un disparo potente que fue repelido por Jesús Ruiz. Casi la lía el cuadro de Garitano. Calculando mal, Kovacevic fue sorprendido por Heber que se colaba solo hacia la meta de Caro. Providencial Chust, la mandó a córner. Y hasta ahí. La primera mitad fue un gran ladrillo entre dos equipos que parecían castigados a acontecer en A Malata.

Los gestos de Garitano lo decían todo. Serio y agitando las manos, el vasco veía como sus pupilos no daban síntomas de tener pulso. Con el Ferrol llegando, fueron dos saques de esquina los que regaló el cuadro amarillo. Sin embargo, en el 53', Roger Martí pudo adelantar a los gaditanos. Jesús Ruiz midió mal tras el córner y la pelota llegó a los pies del ariete. A puerta vacía, la mandó al cielo de Ferrol. Activándose el equipo, fue Sobrino poco después quien falló un mano a mano ante el meta local.

No iba a tener suerte Roger de cara a portería. Un centro por la izquierda de Climent fue a parar dentro del área para el de Torrent. Conectando mal con la pelota, el larguero salvó al cuadro ferrolano. Tampoco era salvable el partido, pero mejoraba la primera mitad. Sobre todo hasta que Víctor Chust vio como la pelota golpeaba su brazo dentro del área. Sin quejas, mandó la pelota al cielo en señal de desesperación tras ver que el punto fatídico era señalado. Para poner la puntilla, Chiki la mandó a dentro para avergonzar más a un equipo inoperante y sin alma. Finiquitando el envite, la verguenza y la sonroja se quedaban cortos como sustantivos para calificar lo vivido en la tarde de hoy en A Malata.