La marisma de Doñana, un espectáculo de vida en mayo gracias a las lluvias primaverales

Huelva

La marisma de Doñana, un espectáculo de vida en mayo gracias a las lluvias primaverales

El Espacio Natural de Doñana vive estos días uno de sus momentos más espectaculares del año. Las generosas lluvias primaverales han transformado la marisma en un mosaico vibrante de agua y vida, con miles de hectáreas inundadas y profundidades que en algunos puntos alcanzan los 90 a 100 centímetros.

Este panorama hídrico ha favorecido el desarrollo de una densa cobertura vegetal, especialmente de castañuela y bayunco, que tiñe de verde la superficie inundada. Esta vegetación no solo enriquece el paisaje, sino que también actúa como fuente de alimento y refugio para una impresionante variedad de fauna.

La marisma se ha convertido en un hervidero de vida, albergando a miles de aves que han encontrado en Doñana un entorno ideal para la cría. Colonias de moritos, garzas, fumareles, gaviotas picofinas y pagazas salpican el humedal, mientras patos, gallaretas, cigüeñuelas, avocetas, canasteras y polluelas distribuyen sus nidos entre almajares, vetas y paciles.

La temporada de cría se encuentra en pleno auge, con un desarrollo desigual en las puestas: ya han nacido numerosos pollos, mientras que muchos otros nidales aún esperan su momento de eclosión. La actividad en la marisma es frenética, con los progenitores afanados en alimentar a sus polladas.

En estas condiciones, donde amplias zonas son inaccesibles por medios convencionales, los servicios a caballo de la guardería cobran una importancia vital. Estos patrullajes permiten el seguimiento y vigilancia del entorno, garantizando la protección de este valioso ecosistema en uno de sus periodos más delicados y espectaculares.

Doñana, una vez más, muestra su capacidad de renacer y ofrecer un espectáculo natural incomparable gracias a la generosidad del agua y la riqueza de su biodiversidad.