Paqui Latorre, familiar de una víctima de la fosa 548: "Por fin vamos a poder recuperar los restos de mi abuelo y darle una sepultura digna"

Jaén

El 20 de mayo quedará para el recuerdo de los familiares de las 173 personas fusiladas que fueron enterradas en la fosa 548 del cementerio de San Eufrasio de la capital. Han comenzado los trabajos de exhumación por parte del antropólogo forense Érik Borja Miranda, responsable de labores similares en el barranco de Víznar, así como en otros puntos de Extremadura y Andalucía.

La previsión, según el Ayuntamiento, es que este proyecto dure 10 meses. Posteriormente, llegará la recogida de muestras de ADN, su cotejo con los restos hallados y, finalmente, la entrega de los huesos a los descendientes. Un tiempo largo pero que es bienvenido después de más de 86 años de espera.

Paco Latorre, una de las víctimas

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Detrás de las casi 180 víctimas hay personas con nombres y apellidos. Una de ellas es Francisco Latorre, tenía 45 años cuando fue fusilado el 26 de octubre de 1939 y "enterrado en cal viva en la fosa 548" según ha explicado su nieta, Paqui Latorre.

Su abuelo fue sindicalista de la CNT y fundó la Casa del Pueblo en Jódar, al terminar la Guerra Civil, fue detenido y a los pocos meses, después de un juicio sumarísimo, fue condenado a muerte. Seguidamente llegó el silencio que imponían las autoridades franquistas y el olvido de los primeros años de la democracia por parte de las autoridades, pero no por los familiares.

Paqui ha explicado a Radio Jaén que no sabían en que lugar le habían enterrado. "Yo he luchado, luché por buscar donde estaba desde muy joven, fui quien dio con el rastro de donde estaba mi abuelo", ha asegurado. Además, ha remarcado que "hasta que no lo lleve con mi abuela (enterrada en Jódar), no voy a estar tranquila". También ha recalcado que "no lo hago por mí, sino por mis tíos, por mi padre y por mi familia".

Pasados 86 años, hoy ha confesado sentir "mucha emoción" porque "por fin vamos a poder recuperar los restos de mi abuelo y darle una sepultura digna". Su objetivo es que descanse junto a la que fue su mujer, Dolores García, que también fue arrestada. Su deseo y el de su familia es que "tengamos un sitio y decir, ahí está mi abuelo, vamos a llevarle unas flores, no sé, sentir un poco de paz".

Resto de fosas

Además de las 584, cuyos trabajos se han adjudicado por algo más de 300.000 euros, el antiguo camposanto de la capital jienense alberga otras fosas. Por un lado, la 484 que contiene cerca de 33 cuerpos y se espera que sea la siguiente en recuperarse. A estas dos se suma la gran fosa, la 702, con más de mil cadáveres y que se encuentra situada justo debajo del monumento a las víctimas del franquismo.

Sobre la 702, y debido a sus magnitudes, se trabaja en un acuerto entre el gobierno central, Junta de Andalucía, Diputación provincial y consistorio de la capital, con el fin de poder hacer frente a estos trabajos. La meta es alcanzar un acuerdo cuanto antes y realizar los trabajos aunque para ver cumplido este objetivo todavía quedan varios años.