24 de mayo: el día que Arahal hizo historia
El comentario del cronista oficial de la Villa, Rafael Martín Martín sobre la Coronación Canónica de Nuestra Señora de los Dolores.


Arahal
Han sido tantas las situaciones vividas en estos últimos días y, en especial el pasado sábado, que es muy complejo resumirlo en breves palabras en este nuevo comentario que titulo Arahal escribe una página inolvidable en su historia con la Coronación Canónica de Nuestra Señora de los Dolores.

Rafael Martín, comentario N 65 - La Coronación de Nuestra Señora de los Dolores
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El 24 de mayo de 2025 quedará para siempre grabado en el corazón de nuestro pueblo como un día extraordinario, único e irrepetible. En esta jornada luminosa y llena de gracia, Arahal fue testigo y protagonista de un acontecimiento de enorme trascendencia espiritual y social: la Coronación Canónica de Nuestra Señora, un acto profundamente simbólico que no solo representa la culminación de una devoción centenaria, sino también el fruto del amor, la fe y el compromiso de todo un pueblo.


Este acto no solo congregó al pueblo de Arahal, que una vez más demostró su enorme madurez cívica, su fe viva y su comportamiento ejemplar, sino que contó con la presencia de un elevado número de autoridades que vinieron a arropar con su presencia la importancia histórica y espiritual de esta Coronación.
Autoridades religiosas presentes:
• El Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Sevilla, quien presidió la ceremonia e impuso solemnemente la corona.
• Miembros destacados del Arzobispado, así como numerosos sacerdotes pertenecientes al Arciprestazgo de la zona.
• Párrocos de distintas localidades que acudieron a sumarse a esta jornada de fe compartida.
• Nuestros propios pastores locales: los párrocos de las iglesias de Santa María Magdalena y Nuestra Señora de la Victoria, cuya presencia y entrega pastoral fueron clave en la preparación espiritual de este gran día.
Autoridades civiles presentes:
• Representación plena de la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Arahal, en su papel de padrinos, con la presencia de su Alcaldía y miembros de los distintos grupos políticos, dando ejemplo de unidad institucional en torno a un acontecimiento que trasciende siglas.
• El Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, respaldando con su presencia el peso regional de esta Coronación.
• Representantes académicos de la Universidad de Sevilla, mostrando la vinculación entre cultura y tradición.
• El Juez de Paz y el Cronista Oficial de la Villa, custodios del orden y de la memoria de nuestro pueblo.
• El Consejo Local de Hermandades y Cofradías, junto a representaciones de hermandades de Arahal y de numerosas localidades vecinas, que se unieron en hermandad, respeto y fraternidad.
• Asociaciones parroquiales y movimientos eclesiales que también quisieron sumarse a este hito en la vida de nuestra comunidad.
Representación militar:
• El acto contó con una destacada presencia institucional de nuestras Fuerzas Armadas, encabezada por el Excmo. Sr. General D. Enrique Fernández Ambel, quien hace unos días hizo entrega de su fajín a la Virgen de los Dolores, acompañado por altos mandos de la Base Aérea, entre ellos su Coronel y Teniente Coronel, así como representantes del Ejército de Tierra, evidenciando el respeto y el afecto mutuo entre las instituciones militares y nuestro pueblo.


En el corazón de nuestra ciudad, la emblemática plaza de la Corredera se convirtió en escenario de un momento inolvidable. Más de mil cuatrocientas personas se congregaron allí, con la mirada puesta en el majestuoso trono que acogía a la Virgen de los Dolores, cuya imagen, en su paso, presidía un altar impresionante por su belleza y solemnidad.
El ambiente estaba cargado de emoción: lágrimas sinceras, miradas al cielo y un silencio reverente llenaban el aire. Fue entonces cuando se vivió el instante más esperado: la solemne imposición de la corona a Nuestra Señora, a cargo del Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Sevill, que había sido portada por antiguos hermanos mayores de la Hermandad y por el Alcalde de Arahal, padrino de la coronación, en representación del pueblo. Un gesto lleno de simbolismo y devoción, que no solo coronó a la imagen venerada, sino que también confirmó su realeza espiritual, reconociendo a la Virgen como Madre, Reina y Protectora, tal como el pueblo la ha sentido y aclamado generación tras generación.
El acto religioso fue en sí mismo una obra de solemnidad y belleza litúrgica. La Santa Misa Pontifical, presidida por el Arzobispo, estuvo envuelta en un clima de oración y recogimiento, gracias en gran parte a la extraordinaria participación de un magnífico coro, que dotó a la celebración de una profundidad espiritual y musical sobresaliente. Con un repertorio cuidadosamente seleccionado y una ejecución impecable, el coro elevó los cantos litúrgicos a una categoría artística y devocional que emocionó a todos los presentes.


El Ayuntamiento de Arahal, como orgulloso padrino de esta Coronación, ha asumido este honor con la responsabilidad, la entrega y la sensibilidad que el momento requería. Desde el anuncio del proceso de coronación hasta la culminación de los actos litúrgicos y festivos, nuestra institución municipal ha estado al lado de la Hermandad, acompañando, apoyando y facilitando cada iniciativa, cada convocatoria, cada paso hacia la materialización de este sueño colectivo. No se ha escatimado en recursos ni en voluntad para que todo estuviera a la altura de lo que Arahal merece y lo que Nuestra Señora inspira.
Este compromiso no ha sido solo un deber institucional, sino una muestra palpable de la profunda conexión entre el Ayuntamiento y las manifestaciones más hondas de la identidad de nuestro pueblo. Porque ser padrinos de esta Coronación es mucho más que un título: es un símbolo del abrazo entre lo civil y lo religioso, entre lo terrenal y lo trascendente. Es asumir que lo que da sentido a un pueblo no son solo las estructuras, sino el alma que late en su gente, en sus creencias y en sus expresiones de fe y cultura.
La Hermandad, artífice de esta obra grandiosa, merece el más caluroso reconocimiento. Ha sabido conjugar con maestría el respeto por la tradición, el cuidado por el detalle y la apertura a una participación amplia y generosa de toda la comunidad. La organización de los actos ha sido ejemplar: liturgias llenas de belleza y solemnidad, procesiones organizadas con precisión y elegancia, una puesta en escena cuidada y, sobre todo, una actitud de servicio y entrega digna de admiración.


Pero si algo ha brillado con luz propia en esta coronación ha sido el pueblo de Arahal. Sus hombres, sus mujeres, sus jóvenes y sus mayores. Uno de los momentos más conmovedores y bellos del día fue, sin duda, la amplia representación de la mujer de Arahal, que, ataviada con la tradicional mantilla española, acompañó a la Virgen de los Dolores en su triunfante recorrido procesional por las calles del municipio. Su presencia aportó una estampa de elegancia, solemnidad y devoción que quedará grabada para siempre en la retina de todos los presentes. Fue también un símbolo de continuidad, de orgullo femenino y de identidad arraigada en nuestra cultura cofrade, en la que la mujer ocupa un papel cada vez más visible y esencial.
Cada gesto, cada aplauso contenido, cada silencio respetuoso, cada mirada emocionada han conformado un testimonio de fe viva y compartida. Arahal ha demostrado que sabe celebrar lo sagrado con hondura, que sabe acoger con hospitalidad y que sabe unirse en torno a lo que nos hace grandes: nuestra historia, nuestras creencias y nuestra identidad común.




Los balcones engalanados, las calles repletas de público, el fervor respetuoso y la participación masiva han sido prueba de un pueblo que no solo siente, sino que se implica. Que no solo recuerda, sino que construye historia. Y eso es lo que ha ocurrido en estos días: hemos hecho historia. Historia de la buena, de la que se transmite de padres a hijos, de la que se conserva en el alma y se revive cada vez que una lágrima nos recuerda que fuimos parte de algo grande, de algo verdadero, de algo eterno.
La jornada coronó su clímax con la salida procesional de la recién coronada Virgen de los Dolores, una triunfal procesión que recorrió más de treinta calles de Arahal, llevando el amor de la Virgen a cada rincón del municipio. En una muestra de fe y de gratitud, la imagen visitó todos los templos de la localidad, en un gesto simbólico de unión entre toda la comunidad cristiana local. Fue un recorrido extenso, solemne y lleno de momentos inolvidables.


A lo largo del itinerario, el pueblo de Arahal respondió como solo un pueblo con alma sabe hacerlo: con respeto, emoción y belleza. En muchos puntos del recorrido, los fieles rompieron el silencio con cantos espontáneos, sevillanas, plegarias y vítores, como muestra viva de amor y gratitud a su Madre coronada. Se vivieron escenas conmovedoras, como la de la bendición del monumento a la Virgen, en un lugar emblemático no sólo para la propia Hermandad, porque fue en esta calle Madre de Dios, donde tradicionalmente se congrega el mayor número de personas en su recorrido penitencial, sino también porque esa esquina precisamente tiene un legado histórico inolvidable. Aquí, precisamente estuvo la ermita de Madre de Dios del campo, lugar de enorme devoción mariana, a la que los jornaleros arahalenses acudían a rezar antes de empezar sus faenas. En ese lugar se congregaron familias completas esperando el paso de la Virgen, abuelos con lágrimas en los ojos y jóvenes cantando con el alma, en una fusión única de generaciones unidas por la devoción, representado por nuestro gran artista, el guitarrista David de Arahal, quien, con la sensibilidad que lo caracteriza y su profunda vinculación con su tierra y su fe, ofreció una interpretación a los pies de la Virgen que quedará grabada en la memoria colectiva. Su guitarra, hecha oración, envolvió el aire con un lenguaje universal que unió a todos en un instante de silencio, devoción y arte puro. Fue un gesto de amor, de gratitud y de entrega artística que elevó aún más la emoción de esta jornada inolvidable.
El acompañamiento musical fue también reflejo del alma del pueblo: todas las formaciones musicales locales estuvieron presentes, haciendo que la banda sonora de este día fuera 100% arahalense, una muestra de identidad, unidad y talento compartido. Marcha tras marcha, cada compás se convirtió en una oración que impulsaba el paso firme y solemne del palio.
Y sobre los hombros de un cuerpo de costaleros ejemplar, la Virgen de los Dolores avanzó con paso firme durante doce horas ininterrumpidas, en una gesta de fe y entrega que merece el más profundo reconocimiento. Cada chicotá fue una ofrenda, un acto de amor silencioso, de fuerza convertida en oración. Su esfuerzo, su temple y su devoción fueron el motor físico de esta procesión triunfal.
La unión de todos estos estamentos, la armonía entre lo civil y lo religioso, lo institucional y lo popular, hizo de este día algo más que una fecha: un auténtico legado.
Como cronista quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, al Ayuntamiento de Arahal a todas las instituciones, colectivos, hermandades, asociaciones, autoridades y, muy especialmente, a todo el pueblo de Arahal, que con su comportamiento ejemplar y su entrega total ha hecho posible este acontecimiento histórico. Todo ello no hubiera sido posible sin la gran cantidad de personas que han trabajado denodadamente en este inolvidable evento:familias enteras que han exornado las calles y los balcones, trabajadores del ayuntamiento que han colaborado en todo el montaje, personal de limpeza, policía local que, una vez más, ha ofrecido su profesionalidad facilitando ese clima de armonía que vivió Arahal durante toda una madrugada, a los medios de comunicación que llevaron las imágenes a los distintos domicilios no solo de nuestra localidad y la de otros lugares y que con su buen hacer dejaron testimonio a través de sus objetivos de estas imágenes para la historia y a tantos y tantos que aportaron su grano de arena.
El 24 de mayo de 2025 no es solo un recuerdo: es parte viva de nuestra historia común, y como tal, quedará en el corazón de todos. Que Nuestra Señora de los Dolores, coronada por su pueblo con amor y fe, siga protegiendo y guiando a Arahal por siempre.

Sonia Camacho
Sonia Camacho es directora de Bética de Comunicación y fundadora de Estudio 530. Comunicadora andaluza...




