Iñaki Gabilondo, ante las noticias falsas: hay que hacer periodismo con "solvencia profesional y decencia" para ser referentes

Sevilla

Iñaki Gabilondo, director de Radio Sevilla entre 1972 y 1976, y Antonio Yélamo, director de Radio Sevilla y de la Cadena SER en Andalucía, han inaugurado los 'Diálogos del Centenario' repasando la historia de Radio Sevilla y hablando de un medio de comunicación que "tiene alma trasversal" y que no muere con los cambios. El periodista Iñaki Gabilondo, ante el momento de polarización de la sociedad y ante un mundo donde las fakes news son una industria, ha pedido a las empresas que inviertan para lograr un periodismo de referencia donde los trabajadores tengan "altísima solvencia profesional y hagan su trabajo con la máxima calidad y con decencia". De esa forma, ha señalado, se ofrecerá también identidad a los oyentes.

Los dos periodistas han hablado de la radio como un medio al que las tecnologías y los avances no han conseguido matar. Un medio que está vivo y que ha descubierto nuevos formatos, como el podcast, que tienen también mucho de pasado, de esa radio que creaba "universos enteros" en el radio teatro o en la radio novela.

La radio se acomoda a los nuevos tiempos. El podcast es una forma de ofrecer la radio de otra manera, ha explicado, como un "producto congelado", que se puede consumir en cualquier momento y que amplía el mercado.

Gabilondo ha repasado sus años en Radio Sevilla, guiado por las preguntas de Antonio Yélamo, y su decisión de ayudar a transformar una sociedad sevillana llena de complejos en 1972, donde existían los caciques, donde se olía la injusticia y donde era difícil entender que la gente emigrara cuando el paisaje era un vergel lleno de riqueza. De ahí nació la frase "Andalucía es una tierra grande, vieja, hermosa y sabia. Siéntase orgulloso de ser andaluz".

El diálogo ha sido un repaso por el pasado, el presente y el futuro de la radio. Iñaki Gabilondo llegó a Sevilla tras la muerte en accidente de tráfico de Manuel Alonso Vicedo, un hombre que "introdujo la modernidad en el clasicismo sevillano".

Gabilondo ha contado que se encontró con un "caciquismo que aparecía con descaro y dominaba la ciudad" hasta el punto en que el director del diario ABC y otras personas le propusieron en una reunión que si "quería mandar en esta ciudad" debía hacer lo que ellos le dijeran. Posibilidad que rechazó con contundencia.

A partir de ahí visitó todos los pueblos de la provincia para conocer a la gente y decidió que había que subirse a la ola del cambio que recorría España y Andalucía y así "ayudar a Andalucía a jugar sus bazas". Decidió que había que animar a los andaluces a defenderse, a rebelarse contra la subordinación.

Lo que supone un ejemplo de que el periodismo sirve para transformar la realidad, ha añadido Antonio Yélamo. Un ejemplo de como Radio Sevilla contribuyó a fomentar la autoestima del pueblo andaluz y un ejemplo de la capacidad de influencia que tuvo la emisora en aquellos momentos cuando se acercaba el final de la dictadura.

El franquismo obligó a Iñaki a acudir al despacho del entonces presidente de la Diputación de Sevilla, yerno de Carrero Blanco, para pedir perdón. Ocurrió porque un periodista de la emisora habló de los gastos que había hecho la institución y fue suspendido "a perpetuidad". En aquel momento le informaron, de palabra, que si acudía a pedir perdón al presidente de la Diputación el asunto "se arregla".

El que fue director de Radio Sevilla ha hablado de la periodista María Esperanza Sánchez, que entendió en aquellos años que la radio tenía que ser compromiso y tenía "que servir para algo" lo que la ha llevado a hacer una radio "comprometida y de gran calidad". "Es una figura grande de la radio en España".

¿Ha merecido la pena? le ha preguntado Yélamo a Gabilondo. "Claro que sí", ha respondido, "aunque el tiempo de ahora es de odio y crispación". A lo que ha que sumar que "nos cuesta aceptar que el otro tiene una opinión distinta".

Iñaki Gabilondo ha descrito Sevilla como una tierra "hipnótica" en la que la antítesis siempre está presente, en la que cuando aparece una idea siempre aparece alguien enfrente. Lo que crea dificultades. "Me di cuenta que en el fondo yacía una vieja pelea entre la tradición y la modernidad que se libraba como una auténtica batalla campal. Había una Sevilla tradicional que parecía temer a cualquier atisbo de modernidad como una amenaza a su alma . Y una Sevilla que parecía necesitar que muriera aquello". Entre lo uno y lo otro, el periodista y director de Radio Sevilla ha dicho que se queda con las dos cosas, que la modernidad no tiene que oponerse a nada. Y que la emisora decana de la radio en Andalucía no debe alinearse tampoco en ningún bando de combate. "Tiene que colocarse con la bandera de la modernización y la transformación sabiendo respetar las tradiciones, las cosas que tradicionalmente emocionan".