Así se prepara el aeropuerto de Córdoba cada vez que aterriza un avión de Binter

Cada vez que un avión de Binter aterriza en el aeropuerto de Córdoba, se activa una compleja y precisa maquinaria humana y técnica. El pequeño aeródromo cordobés, con su escasa pero creciente actividad comercial, se convierte por unas horas en el escenario de una operativa intensa y perfectamente orquestada. La llegada de este tipo de vuelos ha supuesto una revolución y una inyección de ilusión para una ciudad que ya había olvidado que contaba con una instalación con este potencial.

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Seguridad y eficacia

El vuelo llega desde Las Palmas de Gran Canaria con apenas diez minutos de retraso tras recuperar parte del tiempo perdido en el aire. En tierra, todo está listo. Amelia Quintero, directora del aeropuerto desde abril de 2024, detalla el despliegue de medios necesarios: “Tenemos 15 bomberos, de los cuales tres son jefes de dotación. Cuatro técnicos de mantenimiento aeroportuario, tres técnicos de programación de operaciones y personal de oficina. Cada uno tiene una labor fundamental para que la operativa sea segura y eficaz.”

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Dos horas antes de la llegada del avión, ya hay movimiento. En la sala de embarque esperan pasajeras como Lola y Olga, que regresan a Canarias tras unos días de turismo en la ciudad: “No nos podemos marchar directas a Tenerife porque todavía no existe ese vuelo, pero nos vamos a Gran Canaria. A nosotras nos encanta Binter, siempre", nos dicen.

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Bomberos

Mientras los pasajeros esperan, en un hangar cercano los bomberos del aeropuerto se preparan. Uno de ellos, Jesús, nos explica su labor: “Nuestro trabajo es asegurarnos de que en la pista no haya objetos que puedan dañar un avión. Pedimos permiso a la torre, entramos con el camión y revisamos todo: objetos extraños, estado del asfalto, luces…”

Los días en los que opera el avión de Binter, el Aeropuerto tiene que estar dotado con 5 bomberos. El resto de días, son tan solo 2 los efectivos disponibles.

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Torre de control

La torre no es de control aéreo convencional. El aeropuerto de Córdoba ofrece un servicio AFIS, que informa pero no autoriza movimientos. Pablo Lázaro, jefe del servicio AFIS, lo aclara: “Nosotros no damos instrucciones ni autorizaciones. Solo informamos. Es el piloto quien toma las decisiones. Pero la pista es cómoda, larga, y el entorno, aunque montañoso, no presenta problemas.” Desde la torre de control disfrutamos de unas vistas privilegiadas de la aproximación del avión de Binter a la pista 03.

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La revisión de pista la coordina Mariló, técnica de programación y operaciones, quien ha explicado que "dependiendo del tipo de aeronave que llega, adaptamos todo: si es comercial, subimos la categoría de bomberos, activamos AFIS, coordinamos todos los servicios. Es una parte bonita del trabajo.” Para esta veterana trabajadora, con más de 20 años de experiencia, la llegada de los vuelos comerciales ha supuesto "un nuevo reto profesional muy bonito", nos ha dicho.

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Hadling

Una vez aterriza el Embraer E195-E2, los bomberos lo guían hasta la plataforma. Allí entra en acción el personal de South, la empresa encargada de la asistencia en tierra. Alfredo Vega, su mánager en Córdoba, explica:

“Desde que el pasajero factura hasta que se sube al avión, lo atendemos todo: equipaje, escaleras, alimentación eléctrica… La puesta en marcha de los vuelos regulares ha creado 13 puestos de trabajo aquí.”

Vuelo inaugural

En cabina, la copiloto Rosario Lora, que participó en el vuelo inaugural de Binter a Córdoba, recuerda esa primera vez con cariño: “Fue al atardecer y el sol reflejaba en la pista, pero se veía perfectamente. Córdoba es una ciudad preciosa y este aeropuerto es especial para mí. Aquí volé sola por primera vez.”

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A sus 25 años, Rosario conoce bien las particularidades del aeródromo cordobés ya que fue aquí donde completó su formación: “La pista es relativamente corta para nuestro avión, y hay que estar atentos a los pájaros y a la temperatura. Pero conocerlo bien ayuda a estar preparados", nos dice. Es por ello que esta joven piloto sevillana fue seleccionada por su compañía para realizar el vuelo inaugural: una experiencia "inolvidable".

Así, lo que para muchos es solo un vuelo de rutina, en Córdoba representa un despliegue profesional, humano y emocional que demuestra que incluso los pequeños aeropuertos pueden funcionar con la precisión de un gran engranaje.

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A los aviones de Binter se les sumarán muy pronto los de Vueling, que enlazarán Córdoba con Barcelona, y los de Air Nostrum que harán lo propio con Mallorca.