Médicos y pacientes reclaman unidades del dolor multidisciplinares en Andalucía

Málaga

Inaugurado este miércoles y hasta mañana viernes en Málaga el XXI Congreso de la Sociedad Española del Dolor en el que más de mil profesionales abordan en este congreso las últimas técnicas y terapias para combatir el dolor crónico, que afecta a 9 millones de españoles, y a más de 2,2 millones de andaluces, un 31,7% de la población andaluza mayor de 16 años.

Como primera reflexión y mensaje de esperanza para todos ellos es que la medicina avanza y a través de la emisión de estímulos eléctricos o neuro modulación, ultrasonidos y terapia magnética transcraneal se ha logrado reducir hasta en un ochenta por ciento el dolor de pacientes que lo sufren de manera crónica ya que padecen de Parkinson, Alhzeimer, Fibromialgia o dolores pélvicos, neuropáticos o postquirúrgico.

El dolor es la principal causa de consulta en Atención Primaria (40%), según diversos estudios y el dolor crónico representa un coste económico equivalente al 2,5% del PIB de España, pero su impacto en bienestar es significativamente mayor, estimándose en hasta 7,3 veces, según el informe El impacto del dolor en el bienestar social elaborado este mismo año por la Fundación Grünenthal y que incluye los gastos asociados a la atención sanitaria, la pérdida de productividad y el impacto en los cuidadores.

Los especialistas reunidos en Málaga destacan que lo más importante para mejorar la asistencia del dolor crónico es un manejo multidisciplinar en Atención Primaria que incluya intervenciones no farmacológicas, para lo que se requiere formación a los profesionales sanitarios en el manejo del dolor e incorporación de otros especialistas, como fisioterapeutas y psicólogos.

En Andalucía todas las provincias disponen de servicios de neuro modulación, y son Sevilla, Málaga y Cádiz las que más pacientes intervienen mediante esas técnicas de implante. Los tiempos de espera, aseguran los especialistas, son superiores a los deseados y la mayoría de estas unidades del dolor carecen de psicólogos y de y fisioterapeutas, como especialidades clave que garantizan la multidisciplinariedad de la atención, además de personal especifico como los técnicos de radiología para las técnicas intervencionistas más avanzadas”, advierte. A su parecer, “tenemos prácticamente los mismos recursos que hace 25 años, pero la demanda asistencial se ha multiplicado, por el aumento de la esperanza de vida, de la población y de las demandas de calidad de vida.