La fiscal malagueña, Teresa Verdugo, asume la presidencia de la Autoridad para la Igualdad de Trato en España

Teresa Verdugo, fiscal malagueña con una trayectoria de más de dos décadas en la lucha contra los delitos de odio y la protección de los colectivos vulnerables, ha sido nombrada presidenta de la recién creada Autoridad para la Igualdad de Trato. Su designación, aprobada por el Consejo de Ministros el pasado 28 de mayo, supone un nuevo hito en la promoción de la igualdad y la lucha contra la discriminación en España.

 La Autoridad para la Igualdad es un organismo autónomo encargado de promover la igualdad y combatir la discriminación en todos los ámbitos de la sociedad española.

Verdugo, especializada desde 2011 en delitos de odio, afronta ahora un nuevo reto fuera del ámbito penal: actuar frente a situaciones discriminatorias que no llegan a ser delito, pero que requieren intervención institucional.

La fiscal malagueña, que ha sido referente en la persecución penal de conductas discriminatorias desde 2011, ha pasado por el programa Hoy por Hoy Málaga y ha destacado que la nueva autoridad funcionará de manera autónoma, fuera del Gobierno y de cualquier ministerio, aunque en su fase inicial dependerá temporalmente del Ministerio de Igualdad mientras se ultiman los estatutos y la organización interna. Ya puedes escuchar la entrevista.

Su misión principal será promover la igualdad y combatir la discriminación en todos los ámbitos: salud, educación, poderes públicos y servicios privados y por todos los motivos, como la edad, el género, la etnia, el origen nacional o la orientación sexual. Además velará por las víctimas de discriminación ofreciendo asistencia, orientación e incluso pudiendo emprender acciones judiciales si fuese necesario.

En la entrevista que ha concedido a SER Málaga, la nueva presidenta explicó que la Autoridad para la Igualdad de Trato se centrará en todo aquello que, siendo discriminatorio, no constituye delito penal, cubriendo así la “zona gris” que queda fuera del ámbito penal pero que sigue siendo reprochable y merece una respuesta institucional. “Ahora voy a hacer justo todo lo que no es delito”, afirmó Verdugo, subrayando la importancia de armonizar recursos y normativas para evitar solapamientos y lagunas legales.

Verdugo también abordó el desafío de la coordinación entre administraciones y la necesidad de sensibilización y formación de los agentes implicados. Aunque España cuenta con una de las legislaciones más avanzadas a nivel internacional en materia de delitos de odio, la fiscal reconoció que persisten dificultades en la aplicación efectiva de la ley, especialmente en la detección y persecución de estos delitos. “La palabra de la víctima es suficiente para enervar la posición de inocencia”, recordó Verdugo, destacando la importancia de la sensibilización y la formación continua de jueces, fiscales y fuerzas de seguridad.

Aunque la nueva sede de la Autoridad para la Igualdad de Trato aún está por determinar, Verdugo ha comenzado ya su trabajo en Madrid, con la esperanza de que esta nueva institución se convierta en un referente estatal contra la discriminación, incluso dejando abierta la posibilidad de establecer su sede en Málaga: “Sería maravilloso”, concluyó.

Al margen de su nuevo nombramiento. la fiscal también ha valorado la evolución de los delitos de odio en Málaga que ha pasado de 31 a 81 denuncias en el último año, la mayoría relacionadas con la LGTBI-fobia, aunque también se registran otros tipos de agresiones. Sin embargo, de esas 81 denuncias, apenas 25 han derivado en detenciones o investigaciones, lo que evidencia la complejidad de probar la motivación discriminatoria en los casos judiciales.

El perfil del agresor, según Verdugo, no responde a un patrón único: “No son personas asociadas a movimientos radicales, pueden ser personas con perfiles diversos, a veces con antecedentes por otros delitos, pero que no tienen relación con el odio”. La intolerancia, según la fiscal, puede manifestarse en cualquier contexto y contra cualquier colectivo.