Libertad para odiar
Firma de opinión de David Moscoso. Sociólogo

LIbertad para odiar. David Moscoso
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Córdoba
La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso se hizo famosa por su lema de campaña “Comunismo o Libertad”, aunque después decidió cambiarlo por el de “Socialismo o Libertad”, explicando el complejo y trascendental concepto de la libertad de la siguiente manera: “Puedes cambiar de pareja y no volver a encontrártela nunca más. Una libertad que no ocurre en todas partes”.
Pero, claro, tras sus andares desde que popularizara dicho lema, se delata una idea estrecha y terrible de la libertad: libertad para insultar a diario, libertad para faltar el respeto a las instituciones públicas, libertad para denigrar a los demás líderes y partidos políticos, libertad para odiar a quien difiere de su manera de ser o pensar.
La libertad no tiene nada que ver con expresar odio a quien habla vasco, catalán, gallego, valenciano o balear, como evidenció la pasada semana en la conferencia de presidentes autonómicos de Euskadi. Libertad no es disponer de licencia para insultar y denigrar a quien se identifica, o a quien representa, valores o ideologías políticas diferentes a la de ella. Libertad no es despreciar a quien hace uso justamente de su derecho a decidir libremente en ser o formar parte de un modelo de organización territorial del Estado distinto al que existe hoy. Libertad no es poner en duda los derechos humanos entre quienes tienen un color de piel, un origen cultural o una orientación sexual, diferentes.
En suma, como decía, tras los andares de Isabel Díaz Ayuso desde que popularizara aquel famoso lema, se esconde alguien que es adalid de la intolerancia, la tiranía y la antilibertad. Sembrar el odio hacia el adversario o el diferente, animar la persecución del otro, es lo más parecido a la opresión y la tiranía, y no tiene nada que ver con la libertad, salvo si hablamos de la libertad de odiar.