Sanidad pública andaluza: esto es lo que hay
La sanidad pública se mantiene como el principal problema de gestión de la Junta

La Columna de Javi Alonso (11/06/25)
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La legislatura de la mayoría absoluta ya está agotada. Este jueves el Gobierno andaluz afronta su último debate general de la comunidad y como máximo en un año volveremos a acudir a las urnas
Estamos en la recta final. Y la sanidad pública se mantiene como el principal problema de gestión.
Hemos presenciado anuncios de planes de choque, inauguraciones de infraestructuras , incrementos presupuestarios hasta superar los 15.000 millones de euros al año, macro conciertos con clínicas privadas y las mayores convocatorias para contrataciones de personal en el SAS.
Sin embargo, la realidad que se vive en los hospitales y en los centros de salud ha cambiado poco o nada en este tiempo. La lista de espera para una intervención quirúrgica es de una media de cuatro meses y si una persona quiere ir a un traumatólogo no hay cita antes de seis meses.
Hay un indicador que refleja de forma clara la desconfianza que se ha asentado en el sistema sanitario público: más de dos millones de personas recurren ya a los seguros privados. Como señalaba hace poco la campaña publicitaria de una de estas empresas, se han convertido para muchos en la respuesta a “interminables listas de espera”.
Y a estas alturas al Gobierno andaluz parece que se le han agotado las propuestas y las ideas. Se ha intentado, se han tomado medidas, pero hasta aquí se ha llegado. Se ha asentado el conformismo y la resignación.
En los últimos días se han producido dos episodios que apuntan en esta dirección. Por un lado, después de la mayor manifestación sindical contra la sanidad de la legislatura, el pasado 5 de abril, la respuesta del Gobierno andaluz no ha sido intentar retomar el diálogo, abrir una negociación o rebajar la presión. Todo lo contrario. Se han roto las conversaciones. No hay nada que hablar, ni nada que cambiar.
En segundo lugar, el plan de contrataciones de verano. En la recta final de una legislatura y después de varios años en los que los meses de julio y agosto no han ido bien ni en centros de salud ni en hospitales lo previsible era que la Junta hubiera echado el resto. Que hubiéramos tenido el mayor volumen de contratos, los mayores recursos económicos y el mayor despliegue de camas y centros de salud disponibles.
Pero no ha sido así. Tenemos un plan de verano con menos presupuesto, con recortes de personal y con más camas cerradas en los hospitales. El 75% de los centros de salud no abrirán por las tardes.
Básicamente, esto es lo que hay. Y poco o nada va a cambiar ya
La Junta de Andalucía cuenta con que la sanidad pública no va a ser el factor determinante en las próximas elecciones con una campaña que estará previsiblemente eclipsada por el debate nacional, más aún si hay coincidencia electoral.
Y a esto contribuye también la oposición. La vía judicial es legítima y positiva siempre que se detecten indicios de irregularidades. Pero probablemente no es suficiente. Tampoco lo es un compromiso realmente poco creíble de poner fin a todos los conciertos sanitarios.
Esto ha conseguido en esta legislatura el actual Gobierno. Ahora hay que responder a una pregunta: ¿Cuál es el modelo alternativo?




