Fin de curso, el tiempo nos alcanza
El subdirector de Diario de Sevilla, Carlos Navarro Antolín, reflexiona sobre el cierre de las aulas y la llegada de un verano en el que no cesará la matraca política
Carlos Navarro Antolín: Fin de curso, el tiempo nos alcanza
Se agradece que el tenis y los toros nos hayan alegrado un domingo de calor insoportable y sin pausa para la tronante de la política nacional. Se arranca mejor la semana con las crónicas sobre los triunfos, en particular del paisano Morante de la Puebla, que abrió la Puerta Grande de Madrid. Necesitamos buenas noticias porque demasiadas veces un telediario es lo más parecido a la calle de la Amargura. Necesitamos sonreír, celebrar, emocionarnos en positivo, evadirnos de tanta bronca y de tantos titulares espeluznantes.
El deporte y los toros nos hacen sobrellevar el calor y la existencia. Parece que funciona la vieja receta de siempre. Pan y circo.
Y al final cabe preguntarse: ¿Quiénes de la vida pública nos alegran las horas del fin de semana? Un tenista y un torero, porque la selección de fútbol nos dejó vacíos.
Y, por supuesto, la espera de la procesión anual de la Virgen del Rocío con la que se culmina una romería que atrae peregrinos hasta de Bruselas.
Que no nos falten ni el agua ni las buenas noticias. Siempre hay motivos para sonreír. Es Lunes de Pentecostés. Estamos en Sevilla. En una aldea de Huelva se reza por un mundo mejor.