Sanseacabó
Llegados a este punto, no me parece que lo más grave sea el daño que sufre el PSOE, ni siquiera el Gobierno. Lo más doloroso es el deterioro democrático.

La Columna de Ana Huguet (16/06/25)
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“Esto está acabado”. “Esto no aguanta”. Estas frases las pronuncian un alcalde socialista andaluz, un cargo institucional supramunicipal y un ex dirigente regional del partido. De todos los regidores, responsables orgánicos, institucionales y socialdemócratas consultados a lo largo de este fin de semana para redactar esta columna, solo una minoría casi inexistente reduce el escándalo que acecha al PSOE tras la publicación del informe de la UCO a “tres manzanas podridas”.
Uno tras otro hablan de “indignación, vergüenza, desazón, absoluta falta de control, hundimiento e indignidad”. Los de más trayectoria en la gestión pública dan por hecho que habrá más implicados y los más contundentes creen que de este escándalo solo se sale “con un congreso extraordinario sin Pedro Sánchez”, con “elecciones anticipadas” o “con una limpia total que dé paso a una generación distinta”. Otro alcalde más contenido, pero igualmente tocado, apuesta por “aguantar el tipo, pasar el verano, generar un proyecto e ir a las urnas en otoño con otro cartel electoral”. Todo lo demás, apostilla uno de los veteranos, “no es creíble”.
Nada de esto es lo que defiende, por ahora, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, quien mantiene la convocatoria electoral para 2027 y se ve, además, como candidato.
Llegados a este punto, no me parece que lo más grave sea el daño que sufre el PSOE, ni siquiera el Gobierno. Lo más doloroso es el deterioro democrático. Relativizar ante las cámaras un intento de amañar unas elecciones primarias en uno de los partidos socialdemócratas con más historia de Europa es demasiado. Resistir en el cargo tras la escucha de esos audios es muy difícil de defender.
La buena marcha de la economía ya no da para tapar ni la corrupción alojada durante más de una década en la cúpula del partido, ni el supuesto libro de investigación de Leire Díez, ni los chanchullos en las primarias, ni la normalización durante años del putiferio, ni la politización progresiva de las instituciones o la ausencia de presupuestos.
Esto es un fin de ciclo. Y una evidencia más del deterioro que sufrimos, es que necesite explicarse.




