Cero energético, diez en poca vergüenza
Lo ocurrido debe llevar al Gobierno no solo a reforzar los controles sobre el sector y, por supuesto, abrir un expediente sancionador a las compañías que se han saltado sus obligaciones.
Cero energético, diez en poca vergüenza
Sevilla
Las eléctricas hicieron trampas para ganar más dinero. Vaya sorpresa. El Gobierno ha concluido su investigación sobre el histórico apagón del 28 de abril. Y ahora sabemos por qué ha dejado tanto que desear el nivel de colaboración de las compañías energéticas para llevarla a cabo. Según esa investigación, el cero energético se debió a “una combinación de factores”. Entre ellos, que algunas de las centrales de generación eléctrica que debían estar “disponibles” para regular tensión no lo estaban haciendo “según lo previsto por la normativa”. Y también que hubo plantas que se desconectaron de forma “indebida”.
En resumen, que pagamos una carísima cuota fija en cada recibo de la luz para, entre otras cosas, que haya garantías de suministro todas y cada una de las horas del día, pero las grandes empresas del sector se han dedicado a jugar con el funcionamiento de sus centrales para abaratar costes hasta que, de tanto tensar la cuerda, la rompieron provocando un gigantesco apagón.
Lo ocurrido debe llevar al Gobierno no solo a reforzar los controles sobre el sector y, por supuesto, abrir un expediente sancionador a las compañías que se han saltado sus obligaciones. Lo que ha pasado debería provocar que el Ejecutivo asuma de una vez que necesitamos rescatar para lo público lo que nunca debió estar en manos privadas. Es realmente inconcebible que el PSOE haya vetado la propuesta de su socio de Gobierno de rescatar las centrales hidroeléctricas conforme van finalizando las concesiones, con el objetivo de tener una empresa pública de generación. Una empresa desde la que no se hagan trampas ni se inflen las tarifas, aprovechando el nefasto sistema de fijación de precios vigente en nuestro país.
Y por cierto, todos esos consumidores, autónomos y empresarios que sufrieron daños económicos como consecuencia del apagón, mucho ojo. Si los seguros contratados no cubrían las pérdidas de alimentos o las bajadas de ingresos que se produjeron el día del apagón, las conclusiones del Gobierno ya apuntan a unos responsables a los que reclamar las indemnizaciones. Ya veremos qué respuesta dan las eléctricas, aunque resulta difícil pensar que estarán a la altura y actuarán con seriedad. Posiblemente, seguirán intentando hacer trampas y habrá que batallar con ellas en los tribunales.
Rubén Sánchez
Periodista y secretario general de Facua.