Cáritas Málaga alerta del drama de la vivienda: "El precio asfixia a las familias más vulnerables y las deja fuera"
El 44% de las personas atendidas no puede pagarla según la última memoria de la institución de la Iglesia

Rueda de prensa de los responsables de Cáritas Málaga para presentar la memoria anual

Málaga
La Memoria 2024 de Cáritas Diocesana de Málaga, presentada con motivo del Día de la Caridad, ha puesto de manifiesto la dramática situación que atraviesan las familias más vulnerables por la crisis de acceso a una vivienda digna en Málaga. El informe, elaborado con datos de la Universidad de Málaga y avalado por la fundación FOESSA, revela una realidad que deja fuera del mercado residencial a miles de personas y ahonda en la exclusión social.
Según los datos que se desprenden de dicho informe, el 44% de las personas atendidas por Cáritas tiene graves dificultades para hacer frente al pago de la vivienda, y el 25% vive en habitaciones realquiladas. Este último porcentaje ha crecido en los últimos años, registrando una subida del 5% solo en 2024.
El perfil de las personas afectadas
El informe muestra que la mayoría de las personas atendidas forman parte de familias compuestas por una pareja con hijos (34%), pero destaca el progresivo aumento de personas que viven solas (17%) y el elevado número de familias monoparentales, en su mayoría monomarentales (19%). Esta última situación, unida a la brecha de género en el empleo, refleja una especial dificultad para las mujeres afectadas por la pobreza o la exclusión social.
Emergencia habitacional
El drama de la vivienda atraviesa todo el informe. El 84% de las Cáritas parroquiales considera que el acceso a una vivienda digna es uno de los principales problemas sociales. En 2024, la institución entregó 2.334 ayudas para vivienda por un importe de 869.962 euros, lo que supone un incremento del 38% respecto al año anterior pero a pesar de estos esfuerzos, la presión sobre el mercado residencial y la subida de los alquileres siguen dejando a muchas familias en situación de desamparo.
La situación se agrava en colectivos como las personas migrantes, que suponen el 65% del total atendido. De ellas, el 41% está en situación administrativa irregular, lo que limita su acceso a contratos formales de trabajo y agrava su precariedad residencial. A nivel estatal, según datos de FOESSA citados por Cáritas, el 23% de las personas en situación irregular trabaja sin regulación, muchas de ellas sustentadoras principales de sus familias.
Respuesta social y solidaridad
Cáritas Diocesana de Málaga, con el apoyo de 1.366 voluntarios y 7.282 socios y donantes, ha destinado en 2024 más de 9,2 millones de euros a la atención social directa, la acogida y otros programas de ayuda. Además, la institución ha canalizado 628.471 euros en donaciones para atender a las víctimas de las graves inundaciones que afectaron a varias provincias españolas, incluida Málaga, al finalizar el año.
Durante 2024, 9.088 personas fueron acogidas y acompañadas directamente por Cáritas, beneficiando indirectamente a 20.374 personas pertenecientes a sus unidades familiares. Aunque se observa una ligera mejora en el acceso a derechos sociales y laborales, solo el 19% ha logrado mejorar su situación, mientras que un 31% lleva más de tres años acudiendo a Cáritas.
Durante la presentación del informe, Cáritas Málaga ha insistido en la necesidad de políticas públicas y sociales que garanticen el acceso a una vivienda digna y estable, especialmente para quienes se encuentran en situación de mayor riesgo
La rueda de prensa ha estado presidida por el delegado episcopal de Cáritas, Antonio Collado, quien enmarcó la memoria en el contexto del Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa Francisco: «Un tiempo de renovación y una oportunidad para ser testigos de la esperanza». Bajo el lema “Mientras haya personas, hay esperanza”, Cáritas reivindica la necesidad de salir al encuentro del otro y construir fraternidad.
El director de Cáritas Málaga, José Miguel Santos, ha valorado el trabajo realizado por 1.366 voluntarios desplegados en todo el territorio diocesano, incluyendo Melilla. Santos ha retomado la metáfora del estudio universitario “Voces que no(s) cuentan”, describiendo cómo muchas personas viven atrapadas en una “rotonda sin salida”, sin posibilidades reales de avance vital.




